Es un hecho que cambiar nuestras rutinas cuesta. Nuestro cerebro nos empuja a seguir haciendo lo de siempre, aunque racionalmente sepamos que lo de siempre no es lo mejor para nosotros.
¿Qué podemos hacer entonces para pasar de la teoría a la práctica y cambiar realmente nuestros hábitos?
Te propongo estos 4 pasos:
PASO 1: crea tu plan
El primer e imprescindible paso es crearte un plan. De nada sirven los "debería" si no dedicas un rato a plasmar en un plan de acción bien detallado y específico lo que vas a hacer. Tu plan te servirá de guía para saber lo que tienes que hacer. Es un modo muy eficaz de ayudar a tu mente a centrarse, pasar a la acción y superar la tendencia de volver a lo de siempre.
PASO 2: sigue tu plan
De nada sirve un plan si está escondido en un cajón. El siguiente paso es buscarte un sistema para hacer seguimiento de este plan. Hacer este seguimiento es imprescindible, dedica energía para llevarlo a cabo. Te ayuda a focalizar tu atención en las cosas nuevas que estás incorporando.
PASO 3: celebra tus logros
Tenemos tendencia a fijarnos en lo mal que hacemos las cosas, a quejarnos y buscar motivos para tirar la toalla… “lo ves, es que no soy capaz, nunca lo conseguiré, no hace falta que me esfuerce…”. Dale la vuelta a la tortilla, cada día, deja de lado las excusas y céntrate en todo lo que has hecho bien y celébralo. Sobre lo que no has hecho tan bien, piensa cómo vas a mejorarlo, pero sobre todo, no lo utilices de pretexto para dejar de trabajar en ello…
PASO 4: busca apoyo
Ya sea ayuda profesional, un compañero que esté trabajando en los mismos cambios o simplemente soporte moral. Es importante compartir con la gente que te importa lo que estás haciendo y la ayuda que necesitas. Aumenta tu compromiso y te da fuerza para seguir adelante.
Y si quieres adquirir hábitos saludables siguiendo estos pasos y de una manera eficaz y muy divertida, estoy trabajando en un proyecto que te va a encantar… Una app que te reta a ti y a tu equipo a mejorar tus hábitos de salud jugando. ¿Jugamos?