1. Las mentes flexibles son capaces de dudar de ellas mismas sin entrar en crisis: aceptan con naturalidad la crítica y el error, y evitan caer en posiciones dogmáticas.
2. No necesitan de solemnidades y formalismos acartonados para ponderar sus puntos de vista: les gusta la risa y el humor, y los ponen en práctica.
3. No se inclinan ante las normas irracionales ni la obediencia debida: son inconformistas por naturaleza y ejercen el derecho a la desobediencia si fuera necesario.
4. Se oponen a toda forma de prejuicio y discriminación: tienden a fijar posiciones ecuánimes y justas que respeten a los demás y eviten la exclusión en cualquier sentido.
5. No son superficiales ni simplistas en sus análisis y apreciaciones: su manera de pensar es profunda y compleja, sin ser complicada.
6. Rechazan toda forma de autoritarismo y/o totalitarismo individual o social: defienden el pluralismo y la democracia como modo de vida.
6 virtudes de las mentes flexibles
Las ideas fijas y la intolerancia ante formas de pensar y actuar distintas a las nuestras son una continúa fuente de dolor y de fricciones.

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