1. Descansar los ojos
Si has pasado mucho tiempo ante el ordenador, tus ojos necesitan reposar. Coloca las manos delante de ellos, sin tocarlos, hasta que estés a oscuras. Tenlos abiertos de 3 a 5 minutos. En la misma postura, imagina un barco en el horizonte, que se acerca y luego vuelve hacia atrás. Sigue ese vaivén varias veces.
Hazte con una pelota de tenis, pero no para jugar un partido en el trabajo, sino para darte un masaje en la planta de los pies haciéndola rodar con ellos.
3. Encógete de hombros
Para relajar los hombros, súbelos lo más arriba posible, como los levantarías ante un problema, y a continuación déjalos caer de golpe. Repite diez veces este ejercicio.
4. Tener la cabeza sobre los hombros
Cierra los ojos y mueve la cabeza en círculo, primero a un lado y luego al otro, respirando profundamente. Al final del ejercicio, verás que tienes de nuevo la cabeza sobre los hombros :)
5. Punto de estrés
Abre la mano y presiona fuertemente la zona carnosa que se halla entre el pulgar y el índice. ¡Ay! Pero es un mal necesario: se trata del punto de energía que se bloquea cuando estás estresada.
6. Un peso menos
Vacía todo el aire de los pulmones, como si quisieras liberarte de una roca que tuvieras en el pecho. Es el peso de tu estrés lo que eliminas. ¿Te sientes más ligera?
7. Olvida el café
¿Necesitas un empujoncito? Ponte una gota de aceite esencial de menta en la punta de la lengua y a correr. ¡Es fuerte, pero tonifica!
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