Deja de ser una víctima
Es común el hecho de aguantar los malos modos de los otros para luego quejarnos de ellos a los demás. Con esto, conseguimos sentir que somos nosotros los que tenemos razón, que nos están acusando sin tener por qué, pues como decía Sartre … El infierno son los otros. Y así es, a veces lo son. Pero el sentirnos víctimas (sin pasar de un límite en el que ya se convertiría en algo nocivo) tiene un cierto regusto dulce que no nos es desagradable lamentablemente. Al ego le gusta sentirse importante, notar que tiene un lugar en este engranaje de vida. Le gusta saber que es necesario y que los demás, se fijan en él, le tienen en cuenta, para bien o para mal.
No intentes pasar desapercibido
Algunas personas quieren pasar desapercibidas y que las dejen en paz cuando se topan con alguna actitud tóxica. Ocurre cuando hemos madurado psicológica y emocionalmente, y nos damos cuenta de que vivir tranquilos y a gusto, es lo único que queremos. Nuestro ego entonces, juega un papel mucho más relevante de lo que pensamos en esto de enfrentarnos a ciertas actitudes, pero puede jugarnos una mala pasada al no rechazar la actitud en cuestión, aceptarla, e incluso acrecentarla. Así que tampoco esta es la forma de librarte de una actitud tóxica. Por ello, lo mejor es que te plantee algunas de estas actitudes y te dé herramientas para enfrentarlas.
5 actitudes nocivas y algunas soluciones rápidas para salir airosa
Como digo en mi último libro sobre actitudes “RelacionArte: Una actividad de riesgo (De Profundis E.)”, “Siempre, y sin importar qué día sea hoy, tú eres capaz de cambiar para ser alguien mejor y para hacer que otro también lo sea.”