Seguramente tienes a alguno cerca. Son esas personas que descargan sobre ti todos sus problemas y se desahogan contigo, para luego marcharse y dejarte sin energía. O también, esas otras que te piden, te exigen, y requieren de ti, algo que tú no les quieres dar, aunque acabes dándoselo. Hay muchos y muy variados tipos de vampiros emocionales, pero empecemos por conocer más de cerca a alguno de ellos.
¿Por qué lo hacen?
Según la Inteligencia Emocional, los llamados “vampiros emocionales” son personas que acarrean una carga de negatividad de la cual no saben desprenderse y por eso, van impregnando a otros con ella. Una vez más, su actitud es inconsciente, como ocurre con casi todas las actitudes negativas, pero precisamente por ello, es tan difícil hacerles ver lo que están haciendo y provocando. Y en otros casos, aunque en minoría, son conscientes de ello, pero quieren continuar del mismo modo porque están tan enfadados con el resto del mundo que no quieren que lo negativo desaparezca de sus vidas.
Los llamados “vampiros emocionales” son personas que acarrean una carga de negatividad de la cual no saben desprenderse y por eso, van impregnando a otros con ella
Vampirizan emocionalmente a los demás, quizá por un intento subconsciente de eliminar esa carga negativa que acarrean, o porque cuanto peor se sienten, más necesitan hacer que todo a su alrededor sea aún más negativo. Como decía en la historia que he puesto de ejemplo, sus problemas y los aspectos negativos de su vida, les hacen sentirse importantes. Se sienten tan mal consigo mismos que se agarran a la negatividad como a un clavo ardiendo, para sentir que tienen algo que aportar al mundo, más negatividad. Su pensamiento inconsciente es: si me ocurren cosas malas, si me quejo a menudo, si siempre estoy mal, los demás me prestarán atención.
Hay muchos tipos de vampirismo emocional. Enumeraré solo algunos para que puedas reconocerlos mejor la próxima vez que te topes con uno de ellos y así, no será tan fácil caer en sus redes: egocéntrico, anti empático, intimidador, pesimista, inmaduro, quejica, narcisista, víctima…
Ahora te dejo la sugerencia que mi amigo Joaquín Lorente (autor de Piensa, es gratis) me dijo en exclusiva para mi libro “RelacionArte: Una actividad de riesgo”…Toda cara tiene su cruz. El vampiro se enamoró de tu sangre más fresca. Ahora, muéstrale lo que más odia: tu cruz. Ante él, transforma lo que más le apetece de ti, en algo odioso. ¿Eres refinado? Pues con él, grosero y andrajoso. ¿Eres discreto? Pues ahora, con él, una bocazas. ¿Le excita tu sentido común? Pues muéstrate indeseable. Cambiar tu cara para mostrarle tu cruz, es lo que deja desdentados a los vampiros.
Conclusión: Prestar atención al vampiro emocional es como decirle que está actuando bien. Si realmente quieres que comprenda que está teniendo una actitud negativa, no puedes darle tu atención. Si no le haces caso, le estarás haciendo un favor y enseñándole una lección que necesita aprender.