Desde pequeños nos enseñan a dar las gracias cuando alguien nos ayuda, de hecho, todos estamos acostumbrados a hacerlo y muchas veces nos molestamos si alguien no lo hace cuando consideramos que debería. Seguramente, lo hemos normalizado tanto que lo vemos como algo que "hay que hacer" y no como algo que nos aporta muchísimos beneficios para nuestra salud mental, simplemente diciendo “gracias” durante 15 o 20 segundos al día.
Dar las gracias es agradecer un beneficio simbólico o real. En exceso, como todo, es malo, y existen situaciones en las que decir gracias no es necesario, pero también muchas en las que sí. ¿Ya te agradeces a diario las cosas buenas que haces por ti y por los demás? Si la respuesta es no, deberías, pues esto te ayudaría a aumentar tu autoestima.
Por qué la gratitud es beneficiosa para la salud
Cuando somos agradecidos, siempre en tiempos cortos y nunca en exceso, nuestro cerebro experimenta cambios que resultan muy beneficiosos en nuestro día a día. Tal como explica el psicólogo de Dime Bienestar, Manuel Salas, “no es cuestión de estar agradeciendo todo el día”, pero si se hace durante 15 o 20 segundos diarios, es probable que seamos personas algo más pacientes, felices y menos estresadas, y es que agardecer nos hace:
- Más pacíficos
- Menos reactivos y más calmados
- Más resistentes
- Más felices, segregamos serotonina
- Mejora los vínculos sociales
Y es que lo de ser menos reactivos nos importa y mucho. La palabra reactivos, básicamente se relaciona con esa actitud popularmente conocida como “estar a la defensiva” que tanto nos perjudica en un día malo. Eso de tender a saltar a la primera de cambio, cuando somos agradecidos, suele ser algo más difícil. Cuando agradecemos, nos convertimos en personas un poco más pacientes, como dice el psicólogo “más pacíficas”.
Ser agradecidos en tiempos cortos es muy beneficioso: puede disminuir los niveles de estrés y depresión
Aunque seguramente lo que más te ha sorprendido es que siendo agradecidas segregamos serotonina, la famosa hormona de la felicidad. “Si hay más serotonina en el cerebro, esto puede disminuir los niveles de estrés y depresión, por lo tanto, ser agradecidos en tiempos cortos es muy beneficioso” explica Salas.
Más beneficios de ser agradecidos
Aunque agradecer no solo nos ayuda con nuestra paciencia, con los niveles de serotonina o a ser personas mucho menos reactivas. También tiene beneficios en nuestro sistema inmunológico, el ritmo cardíaco y el flujo sanguíneo.
El psicólogo Salas, cuenta que “tener una actitud agradecida 15, 20 segundos durante el día puede conllevar cambios fisiológicos sutiles” como una mejora de nuestro sistema inmunológico. Además, el simple gesto de dar las gracias por algo, “mejora también el flujo sanguíneo, armoniza el ritmo cardíaco y favorece a respirar de forma más calmada” detalla Salas.

La importancia de ser agradecidos con nosotros mismos
Agradecernos a nosotros mismos haber alcanzado ciertas metas nos ayuda a alcanzar un bienestar emocional, a estar a gusto con nosotros mismos y a subirnos, por qué no, la autoestima. Como bien comenta Salas, solemos agradecernos poco a nosotros mismos: “Muchas personas vienen a consulta y se hablan de forma muy dura a ellos mismos, tampoco se agradecen sus logros, tanto académicos como personales, en muchos casos, incluso, los desprecian”.
El problema, seguramente, sea que nos movemos en un mundo en que reconocer los propios logros puede quedar de tener demasiado ego o, todavía peor, en que creemos que no debemos reconocer nuestros méritos porque simplemente haberlo conseguido es “lo que tenemos que hacer”.
Lo que no sabemos es que no reconocer nuestros méritos y no darnos las gracias a nosotros mismos daña brutalmente nuestra autoestima.
Muchas personas no se agradecen sus logros, tanto académicos como personales y en muchos casos, incluso, los desprecian
En qué momento es demasiado el decir gracias
Como todo, la gratitud en exceso, también es mala. En ocasiones, son las personas con baja autoestima que necesitan más de esta valoración externa las que tienden a agradecer de más, algo que para los demás puede resultar, incluso, molesto.
Aunque un ámbito en que es más complicado valorar si estamos agradeciendo de más o, simplemente, estamos siendo cordiales es en el laboral. Por ejemplo, una persona a la que nunca le pagan a tiempo, un mes lo hacen y se muestra tremendamente agradecida por ello, ¿está haciendo lo correcto o está rogando y agradeciendo un derecho laboral básico?
Cuidado con la gratitud en el mundo laboral
La gratitud dentro del mundo laboral es un fenómeno a estudiar, y es que la precariedad que envuelve ahora mismo este mundo, especialmente para las generaciones más jóvenes, hace que esta sea siempre protagonista. Según Salas, “los jóvenes tenemos que dar las gracias porque nos den la oportunidad de vivir dignamente”.

La poca salud mental es la gran causa del absentismo laboral
Antes la gente vivía para trabajar, ahora el modelo de trabajo ha cambiado porque las formas de vida también lo han hecho y parece que tengamos que agradecer incluso que nos concedan vacaciones, cuando es un derecho básico.
Encontrar el equilibrio sano en lo que a agradecimiento se refiere es complicado, y dejar de normalizar dar las gracias por ejercer derechos como las vacaciones, las reducciones de jornada o las bajas, es algo en lo que todavía hay que trabajar.
Cómo saber cuándo un agradecimiento es auténtico y cuándo no
El agradecimiento puede no ser del todo beneficioso cuando no lo hacemos de verdad, cuando es simplemente una forma de ser cordiales o de quedar bien. Este sería un tipo instrumental que utilizamos para obtener algún beneficio o porque toca, por ejemplo, cuando estamos en un evento social o algo parecido. Sería poco liberador, ya que lo hacemos por compromiso y, en muchas ocasiones, con personas con las que no tenemos una relación demasiado sana.
En cambio, el verdadero agradecimiento, el que es liberador, tiene, como ya sabes, muchos beneficios para nuestra salud mental, y es que este nace desde la bondad para expresar una emoción de lo más plena. Este siempre tiene buenas intenciones como trasfondo, como validar a la otra persona, reconocer sus logros o lo que han hecho por nosotros. Este también se aplica para el auto agradecimiento, aunque es el más difícil.
¿Necesitas contactar con un especialista?
Como sabes, en materia de gratitud, la que más nos cuesta es lo de ser agradecidos con nosotros mismos, algo que puede entrenarse a diario para que acabe siendo lo normal. Tu autoestima lo agradecerá.
En este sentido, la práctica de la atención plena en uno mismo, es decir, el Mindfulness, puede ayudarte. Al darnos las gracias por algo, estamos atentos a nuestros logros, tanto grandes como pequeños, y lo que es más importante: a diario. En muchas ocasiones, la mejor forma de conseguirlo es de la mano de un especialista, quien te ayudará a trabajar en estas emociones positivas.
Si te estás preguntando cómo practicar la gratitud día a día, uno de los ejercicios para cultivar la gratitud que nos recomienda el psicólogo de Dime Bienestar, es encontrar 10 minutos diarios para escribir un listado de las cosas que podemos agradecer a lo largo del día. Un ejemplo sería agradecer el café con un amigo o haber cocinado algo que te guste para comer.