Uno de los secretos de la felicidad para todo ser humano, especialmente en las sociedades occidentales, es el de marcarse metas y alcanzarlas. El afán de superación es algo que la mayor parte de nosotros comparte como estímulo interior. Nuestros objetivos serán diferentes en función de nuestra edad, situación de partida o nivel de vida al que se pretenda llegar pero, independientemente de cuáles sean, lo que todos tienen en común es que deben definirse de forma clara y que tenemos que ser nosotros mismos los que elaboremos el camino más adecuado para alcanzarlos.
Planificar el futuro resulta por ello algo esencial, pues nuestro grado de felicidad a medio y corto plazo dependerá en su mayoría de nuestra capacidad de previsión. Sin embargo, ¿cómo podemos pensar en construir un futuro en el que vivir felizmente sin dedicar ni siquiera cinco minutos a estudiar los mecanismos mediante los cuales lograrlo? ¿Cómo podemos construir nuestro futuro si no somos capaces de gestionar el dinero que nos sirve para crearlo?
Seguramente entre los objetivos que te hacen feliz no se encuentre el de trabajar 10 o 12 horas al día y ansiar desde el lunes la llegada del fin de semana. Es posible que te apetezca disponer de más tiempo libre y más dinero (a pesar de que no solo con dinero se puede ser feliz) para disfrutar con los tuyos, dedicarte a una nueva afición o cumplir uno de tus sueños… ¿quién te impide dar la vuelta al mundo? Aunque este estilo de vida puede parecer muy llamativo, solo será factible si llegamos a ser financieramente libres.
La libertad financiera puede parecer un concepto complejo, pero nada más lejos de la realidad. Ser libre desde una perspectiva financiera no significa más que ser capaz de vivir sin que tus ingresos dependan solo de tu trabajo. Es decir, las horas que inviertes en trabajar cada día no pueden ser tu única fuente de riqueza, sino que tienes que dejar de depender solo de tu nómina y comenzar a ganar dinero con ingresos automáticos como, por ejemplo, las inversiones inmobiliarias (compra o alquiler), las criptomonedas, los mercados (Ej. Forex), ...
¿Cómo se hace esto? En primer lugar, tienes que querer darle un cambio radical a tu vida y salir de tu zona de confort. Tener la seguridad de un trabajo fijo es muy cómodo, pero piensa en todo lo que te estás perdiendo por pasar más de 40 horas de tu semana metido en una oficina. ¿No te haría más feliz aprovechar el tiempo de otra forma? En segundo lugar, debes formarte aunque no quieras. Como todo en esta vida, la correcta gestión del dinero tiene que entrenarse. Apúntate a un curso de habilidades financieras o a algún seminario más concreto sobre el campo de inversión que más te interese. Asesórate, elige la rama financiera en la que quieras formarte o aquella que creas que se te puede dar mejor o reportarte mayor beneficio, y ponte manos a la obra. Ya seas un estudiante, ama de casa, joven profesional, cuentes con dilatada experiencia empresarial,… la educación financiera siempre te reportará beneficios para cambiar de vida y llegar a un estado de paz y bienestar en el que tus finanzas personales ya no serán más una preocupación.
Yo también lo hice y tengo que decirte que, más allá de concienciarte y de entrenar tus habilidades en el mundo de las finanzas, la parte psicológica es la más importante de todas. Su relevancia es tal que puedo asegurarte que alcanzar la libertad financiera y, en consecuencia tu bienestar personal, depende en un 80% de tu mente y tan solo en un 20% de tus habilidades con las finanzas. La preparación psicológica y el entrenamiento de la mente son esenciales para poder avanzar en el camino hacia la independencia financiera.
De pequeño vivía delante de la casa de una familia muy rica y veía que el hijo de los vecinos gozaba de una vida cualitativamente mejor que la mía y la de mi familia. Imagínate: el vecino con el césped siempre más verde, el niño con los mejores juegos y las zapatillas de marca, mientras tú tienes que aguantarte y tu familia tiene que esforzarse para llegar a fin de mes. Ver continuamente una vida mejor provocó en mí una cierta frustración, pero también me hizo preguntarme: ¿cómo puedo tener yo una vida así? Hacerse la cuestión adecuada activa un mecanismo mental por el que tu inconsciente es estimulado para obtener una respuesta que, antes o después, sin duda llegará.
A pesar de mis orígenes humildes (éramos tres hermanos, mi padre era jefe de estación y mi madre ama de casa) y de la elevada deuda a la que tuve que hacer frente (500.000 euros), en la actualidad soy millonario, autor de best sellers y el coach financiero nº 1 de Europa, además de compañero, padre y amigo. Y todo ello gracias a un cambio de mentalidad adecuado.
Tú también puedes hacerlo. Empieza por trabajar en ti mismo y empezarás a obtener resultados en el tiempo mientras aprendes de los comportamientos anteriores que no funcionan. Tomar consciencia de tus errores es fundamental.
No cabe duda de que todos los cambios son inevitablemente duros al principio. Salir de tu zona de confort para iniciar una nueva rutina no es agradable, igual que no lo es comenzar a ir al gimnasio para aquellos que no son deportistas. La clave es comprender que se trata solo de una fase. Cuando empiezas a acostumbrarte y a convertirlo en parte de tu zona de confort, todo cambia: empiezas a sentirte a gusto, a dormir mejor y a notarte lleno de energía.
Y si toda esa energía la inviertes en hacer cosas que te gustan y en tomarte tus momentos de descanso mientras una serie de ingresos pasivos te proporcionan el dinero que necesitas para vivir, la felicidad estará al alcance de tu mano.
Alfio Bardolla es fundador y CEO de Alfio Bardolla Training Group, coach financiero, emprendedor, conferenciante y autor de varios best-sellers.