No fue nada fácil para mujeres como Dolores Vives, María Bernaldo de Quirós, o Pepa Colomer, entre otras, tomar la decisión de perseguir un sueño, cuando este se trataba de pilotar un avión. Desde las carísimas clases, que se tenían que pagar ellas mismas, hasta el hecho de asistir a escondidas de sus familias y amigos, todo fueron obstáculos que superar, en una época muy complicada para la mujer en general, como lo fueron las décadas de los treinta y cuarenta. Pero a pesar de los muchos obstáculos, llegaron incluso a participar en la guerra civil y en la segunda guerra mundial, pilotando frente a los aviones enemigos.
Fue un auténtico sufrimiento para Bettina Kadner tener que soportar las críticas y el acoso constante de sus compañeros pilotos, que se reían de ella diciéndole…"Betina, a la cocina". Pero ella no se amilanó, luchó por su sueño y llegó a ser la primera mujer piloto comercial en España en la difícil década de los sesenta, en plena dictadura y con una sociedad machista, que solo aceptaba a las mujeres en los aviones, si eran azafatas. Este año, han bautizado un avión con su nombre de la compañía Air Nostrum y es doctora Honoris Causa por la Universitat Rovira i Virgili.
Bettina Kadner fue la primera mujer piloto comercial en España en plena dictadura y con una sociedad machista
Hoy día, son muchas las mujeres que pilotan aviones, gracias a sus predecesoras, y aunque siguen siendo muy pocas, cada día va creciendo el número de estas aviadoras intrépidas que luchan por dirigir los mandos de un avión. He tenido la suerte de hablar con algunas de ellas como Elisabeth Marín y Carmen Herrerías, y todas han tenido que superar obstáculos en el camino, lidiando con los incrédulos a su alrededor, a veces incluyendo a sus familiares y amigos más cercanos, pero ninguna de ellas se arrepiente de todo lo pasado, porque es mucho lo que han conseguido, y es maravillosa la sensación de haber cumplido su sueño.
En mi novela Una noche preciosa para volar (Edhasa), las protagonistas sueñan con volar en estas tres épocas diferentes, 1939, 1965, y 2018, y para escribir sus historias, me inspiré en las vidas de estas primeras aviadoras españolas que lucharon por sus sueños. Pero el deseo de volar es el trasfondo de un sueño mucho más importante para ellas y para todas nosotras, como es el deseo de ser ellas mismas en un mundo que no se lo permitía, e incluso actualmente, no se lo permite en ocasiones. Elegir la vida que quieres llevar, estudiar lo que realmente te gusta, trabajar en lo que te hace feliz, tomar tus propias decisiones, vivir tu vida como quieras, etc., e incluso amar a quien quieras, son deseos inalcanzables aún para muchas mujeres en distintas culturas y países. Por ello, si tienes la posibilidad de intentar luchar por tus sueños, no desperdicies esa oportunidad, pues hay otras mujeres, en otros lugares del mundo, que ni siquiera pueden plantearse la idea de tener un sueño propio.