La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido el síndrome del trabajador quemado, conocido como burnout en inglés, en su próxima Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) como un problema asociado al estrés crónico en el trabajo.
Con esta nueva clasificación, que entró en vigor en 2022, los expertos buscan que se le dé más visibilidad a esta dolencia, que cada vez afecta a más personas (se estima que un 10% de los trabajadores lo padecen) y que puede tener consecuencias tanto en la productividad de las empresas como en la salud mental de los trabajadores.
Este trastorno, categorizado por la OMS como síndrome de desgaste emocional, está asociado al estrés crónico en el trabajo y a la falta de ilusión en el ámbito laboral, así como a un sentimiento de fatiga anímica. Si habitualmente te levantas cansada aunque hayas dormido más de siete horas, si sientes que estás dejando de lado tu vida personal y no le encuentras sentido a la labor que realizas diariamente en tu trabajo (más bien la encuentras extremadamente rutinaria y monótona) ¡es probable que tú también lo padezcas!
Principales síntomas del síndrome de burnout
Se trata de un problema que suele afectar con más frecuencia a profesionales que tratan con personas, como es el caso del ámbito sanitario (médicos, enfermeras o cuidadores), funcionarios de prisiones, docentes, etc. Está caracterizado también por un desgaste emocional y físico, despersonalización de las tareas y bajo rendimiento.
Además, suele ir asociado a otros trastornos de ansiedad y depresión. Otro claro signo del síndrome del trabajador quemado es una sensación de indiferencia hacia tareas y retos laborales que inicialmente resultaban gratificantes, así como un detrimento en la calidad de las interacciones con las personas a las que se atiende.
En resumen, algunos de los síntomas más frecuentes de este trastorno son:
- Agotamiento físico y mental generalizado
- Despersonalización y cinismo
- Descenso en la productividad laboral y desmotivación
De todos modos, a diferencia de los trastornos de ansiedad, los síntomas del ‘burnout’ suelen tener menor intensidad y se limitan al ámbito laboral. Sin embargo, si se desatiende el problema y no se trata correctamente, puede acabar desembocando en uno de estos trastornos más severos y afectar a nuestra vida a todos los niveles.

Tipos de burnout
Un grupo de investigadores de la Universidad de Zaragoza y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud ha clasificado el síndrome del trabajador quemado en tres perfiles diferentes:
- Los frenéticos: cuando existe un sentimiento de sobrecarga y de abandono de la vida personal y la salud para atender a las exigencias de nuestro trabajo.
- Falta de retos: cuando nos invade una sensación de indiferencia hacia las tareas que se nos asignan, nos reina una falta de motivación generalizada y sólo podemos pensar en cambiar de trabajo. Este perfil es muy común en contextos administrativos o burocráticos.
- Desgaste: cuando no sientes que tus esfuerzos son reconocidos y que no controlas los resultados de tu trabajo. Las personas que tienen este perfil suelen acabar optando por abandonar sus responsabilidades y ‘pasar de todo’.
Burnout en emprendimiento
Cuando hablamos de burnout en el trabajo lo más probable es que te venga a la mente que ocurra en empleos asalariados. Y, aunque es lo más común, también puede aparecer cuando eres emprendedor y tienes tu propio negocio.
Ser tu propio jefe tiene muchas ventajas, pero también viene con muchas cargas. Y en el caso de los autónomos en España, las gestiones administrativas, los altos costes económicos y la incertidumbre suelen llevar a altos niveles de estrés laboral que pueden desencadenar en este síndrome si no se controla a tiempo.

'Burnout' en emprendimiento: qué es y cuáles son sus causas
¿Cómo hacer frente al síndrome de burnout?
- Busca ayuda profesional: lo más importante es que cuando detectes la aparición de algunos de los síntomas de este síndrome es que busques la ayuda de un terapeuta que sepa asesorarte en este tipo de situaciones, y evitar así encerrarnos en nosotras mismas y cargar con este peso en soledad. Además, un proceso de coaching nos puede ser muy beneficioso para romper con el ciclo vicioso de la negatividad y definir nuevas metas, también en el entorno laboral.
- Reduce la carga de trabajo: si te es muy difícil disminuir el nivel de tareas, intenta buscar un momento del día para dedicarlo al ocio y a tu vida personal, ya sea practicando tu deporte favorito, saliendo con amigos o yendo al cine… La cuestión es buscar entornos que favorezcan la vida social para evitar la sensación de soledad y aislamiento.
- Cambia el chip: analiza las causas que te han llevado a este agotamiento emocional e intenta adquirir una actitud proactiva. Intenta dejar de lado los aspectos negativos de tu trabajo y céntrate en los positivos, en aquellos que te permitan involucrarte más y que te ayuden a modificar tu rutina diaria. Recuerda que si no logras solucionar esta crisis personal, aunque decidas cambiar de trabajo puede que arrastres contigo los mismos problemas de evitación. Por ello, reiteramos la importancia de solicitar ayuda profesional para conseguir mejorar la gestión de nuestras emociones.
- No esperes siempre una recompensa económica: en muchos trabajos es posible que sintamos que la compensación económica que recibimos a fin de mes no se ajusta al esfuerzo dedicado. Por este motivo, es importante que aprendas a sentirte satisfecha por el mero hecho de hacer bien tu trabajo, y también que dejes de fustigarte por aquellas tareas que no puedas hacer a la perfección.

Salario emocional: 11 aspectos que se buscan en el trabajo (más allá del sueldo)
Actualmente, en España no existen datos del nivel de ‘burnout’ entre los trabajadores, y todavía hay muy pocos psicólogos especializados. Sin embargo, los expertos aseguran que el cambio en la clasificación de la OMS contribuirá a que se preste mayor atención a factores psicosociales del trabajo por parte de las empresas, y reducir así la falta de diagnóstico que existe hoy día, según sostiene Antonio Cano, presidente de la Sociedad española para el Estudio de la Ansiedad y la Depresión.
Ya existen algunos grupos y empresas que están integrando en sus programas formativos talleres o técnicas para proporcionar a sus trabajadores herramientas para lidiar con el estrés, además de otras prácticas como técnicas de ‘mindfulness’ o ejercicios de estiramientos.
Los problemas de salud mental como el síndrome del burnout acaban siendo una de las principales causas de absentismo laboral, por lo que es una cuestión que deben trabajar tanto las empresas como los empleados.