Puede parecer una práctica cursi e incluso algunos lo consideran un signo de debilidad frente a la vida, pero mantenerse de buen humor es vital para nuestra supervivencia. Es cierto que vivimos rodeados de problemas, que las cosas no son fáciles por mucho que nos quieran vender la idea contraria, pero alimentar esa negatividad lo único que nos trae es infelicidad y problemas de salud.
Es más, precisamente por todo lo malo que nos rodea, encontrar y disfrutar de pequeñas dosis de felicidad es crucial para nuestra salud mental. ¿O no te carga las pilas pasar tiempo con ese amigo que desprende una actitud positiva ante la vida?
Ojo, porque no se trata de cerrar los ojos ante la realidad y vivir en una burbuja llena de arco iris y unicornios, pero sí de intentar adoptar pequeñas rutinas que tienen un efecto positivo sobre nuestro cuerpo y nuestro cerebro, que nos ayudan a sentirnos mejor. Por ello te ofrecemos diez propuestas para que empieces a cambiar tu día a día desde el momento en el que te levantas.
Tranquilo porque no hace falta que hagas todas estas cosas (¡tendrías que ser todo un morningophile y levantarte muy temprano!), elige las que más te gusten y empieza a ponerlas en práctica. Verás qué cambio.
1. Lo primero de todo: ¡no remolonear en la cama! Tienes que levantarte, ¿no? Pues hazlo nada más apagar el despertador y, por supuesto, nada de posponer la alarma. Eso solo te lleva a quedarte dormida de nuevo y despertarte a los 5 ó 10 minutos con la misma alarma, algo que acabará poniéndote de mal humor. Además, terminarás haciéndolo todo con prisas y saldrás corriendo de casa, solamente porque has perdido un tiempo precioso vagueando en la cama. Sí, reconócelo: esos minutos que le rascas al despertador cada mañana ya no constituyen un descanso productivo, así que ¡arriba!
2. Bebe agua. Hidratarse por la mañana es fundamental y no vale solo con tirar de la cafetera. Regálale a tu organismo un vaso de agua en ayunas cada mañana y verás lo bien que te responde. Uno de los motivos por los que nos levantamos fatigados es por la deshidratación a la que llega el cuerpo después de tantas horas seguidas sin ingerir líquidos. Ese vaso de agua será un pequeño booster para terminar de despertarte, además de ayudarte a aliviar esos pequeños dolores de cabeza con los que a veces nos levantamos. Si el agua sola se te hace intragable a determinadas horas, añádele unas gotitas de limón para darle un punto de sabor.
3. Empieza haciendo algo que te gusta. Ya sea leer el periódico, hacer algunas posturas de yoga, regar las plantas de tu balcón preferido, dar un paseo con tu perro o simplemente prepararte un zumo green con todas las verduras que tengas en casa, comenzar el día haciendo algo que te encanta te ayudará a alcanzar un estado mental más positivo y a afrontar el día con mejor humor. ¿Una de las mejores cosas que puedes hacer? El sexo matutino. Incentiva la producción de endorfinas, te carga de energía y te libera del estrés.
4.Deja entrar a la luz del sol: Si tienes la suerte de levantarte cuando ya empieza a salir el sol, abre las cortinas y deja que la luz natural inunde tu casa. Desayuna en una estancia en la que tengas luz natural y si hace bueno y es posible, sal al balcón o la terraza unos minutos. La luz del sol nos ayuda a mejorar el humor, además de ayudarnos a despertar. Por ello también es recomendable que no duermas en una habitación totalmente a oscuras; no bajes del todo la persiana y aprovecha la luz natural para despertarte poco a poco.
5. ¡Desayuna bien! Ya tenemos claro que el desayuno es, sin duda la comida más importante del día, por ello regalarte un desayuno delicioso y saludable, te ayudará a sentirte mejor desde primera hora. Además, sentarse a comer es uno de los grandes placeres de la vida; aprovecha esta primera ingesta del día para mejorar tu ánimo. Incluye frutas, avena o los huevos, para cargarte de energía y evita los alimentos procesados o con azúcar, ya que aportan energía rápidamente pero luego producen bajón.
6. Haz un poco de ejercicio. Practicar deporte por la mañana tiene múltiples beneficios. En primer lugar, te ayuda a acelerar el metabolismo, de manera que te ayuda a quemar calorías durante todo el día, y en segundo lugar, te carga de energía, además de reducir el estrés. Piensa que es mejor entrenar por la mañana, ya que después del trabajo lo que probablemente quieres hacer es ir a casa y relajarte.
7. ¡Baila, baila, baila! La música estimula el cerebro de una manera que casi nada más puede hacer. Siempre que escuchamos canciones que nos gustan nos activamos y ponemos de buen humor, así que aprovecha y dale al play mientras te duchas o te vistes. Escoge canciones con ritmo y optimistas, y si no se te ocurre ninguna, busca en Spotify o YouTube donde hay un montón de listas de reproducción para empezar el día bailando.
8. Arréglate. Preocúpate por tu imagen, pero ojo, jamás te pongas guapa pensando en que te vean los demás, sino para sentirte a gusto contigo misma. Arreglarse no es ni algo frívolo, ni egoísta: se trata de un momento de cariño y mimo hacia uno mismo.
Uno de los primeros síntomas de la depresión es que la persona en cuestión deja de preocuparse por su aspecto. Y dicho esto tampoco hace falta que te maquilles todos los días si eso no te gusta, pero dúchate, tómate tu tiempo para ponerte una crema hidratante en el cuerpo, cuida tu pelo, ponte tus cremas y serúms... En definitiva, dedica un tiempo por las mañanas a cuidar tu aspecto, a verte guapa y salir de casa con esa sensación y no con la idea de que vas echa un desastre. Verte bien te ayuda a estar bien.
9. No vayas con prisas. Sal de la casa con el tiempo suficiente para llegar al trabajo sin necesidad de que un pequeño incidente en el metro o en el tren te puedan retrasar y, en consecuencia, estresar. Además, ir con prisas nos hace más propensos a tener pequeños accidentes, ya sea el tropezarnos o el dejarnos algo de importancia en casa, cosas que puede arruinarnos el resto del día.
Intenta disfrutar del trayecto, tanto si vas andando como si vas en coche y regálate unos minutos para tomar un café en ese sitio tan especial que tienes al lado del trabajo y al que nunca tienes tiempo de ir. Procura no procrastinar, esto te dará la oportunidad de hacer las cosas con tiempo y tranquilamente.
10. Dale a las cosas la importancia que se merecen a través del lenguaje. A veces nuestra vara de medir es demasiado extrema y cualquier cosa que nos pasa, como perder el autobús o que se nos olvide el cargador en casa, se magnifica por las palabras o expresiones que utilizamos para narrarlas.
Seamos realistas: perder el autobús es un rollo pero no es el fin del mundo, así que en vez de pensar que tienes mala suerte, piensa que en solo 10 minutos vuelve a pasar otro. Se trata de intentar ver las cosas desde una perspectiva más amable, para que el mal humos no nos acompañe durante todo el día.