En los últimos cincuenta años el racismo sigue revelándose como uno de los problemas estructurales de la sociedad estadounidense. Ser negro en Estados Unidos implica directamente ser víctima de una mayor tasa de violencia policial y una mayor probabilidad de ser detenido y encarcelado.
Todos recordamos el polémico caso de George Floyd, un hombre negro asesinado cruelmente por un policía blanco en Minneapolis en 2020. Un caso más que desató las protestas y el movimiento #BlackLivesMatter, pero que no ha evitado que sigan muriendo personas negras a manos de policías. De hecho, hace años que la Organización de las Naciones Unidas denuncia que la discriminación racial se produce de forma constante en todas las esferas de la sociedad estadounidense.
La discriminación racial, muy presente en la sociedad
Lo cierto es que, por desgracia, la realidad de Estados Unidos se repite en muchos países del mundo, includo España. Tanto es así que desde 1966 todavía se celebra cada 21 de marzo el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, celebrado ese día en honor a las víctimas de la Matanza de Sharpeville ocurrida en 1960 contra manifestantes que protestaban de forma pacífica por la aplicación del Apartheid a manos de la policía sudafricana.
Si bien en nuestro país no son habituales los asesinatos a manos de la policía, en el día a día somos una sociedad racista. Ya no solo por quienes se identifican como tal, sino porque muchas veces lo somos sin darnos cuenta por las expresiones que usamos a diario con nuestro entorno más cercano.
A menudo hablamos con el otro pensando que conocemos su realidad, pero nuestro lenguaje revela una actitud racista (y maleducada) en la que conviene seguir trabajando. Cada vez hay más asociaciones y perfiles en redes sociales dedicados a educar en este sentido, y siempre debes partir de la base del respeto. Que una expresión a ti te parezca inofensiva no quiere decir que no sea hiriente para un colectivo vulnerable.