Vivimos en un mundo acelerado, ruidoso, estresante e intercomunicado en el que es difícil encontrar un momento de paz y tranquilidad, donde poder desconectar de todo y encontrarte a ti mismo. Tener una actitud zen te ayudará a priorizar sobre lo que es importante en la vida y con ello te sentirás mejor y más relajado. Te proponemos unos hábitos que puedes poner en práctica fácilmente:
- Piensa en el presente: no te agobies con los problemas del futuro ni te fustigues con cosas del pasado. Dedica toda tu atención a las tareas del día a día, de esta manera mejorarás tu concentración y liberarás tu mente.
- No des tanta importancia a los objetos materiales y disfruta más de los pequeños placeres que nos ofrece la vida, como ver una puesta de sol, caminar o conversar con alguien. En la sencillez está la clave.
- La meditación te ayudará a conocerte a ti mismo y saber lo que realmente quieres en la vida. Acéptate y quiérete.
- Aprende a vivir de manera más tranquila y sosegada: haz las cosas lentamente y disfrútalas (desayuna con calma cada mañana o tómate una ducha relajante).
- Sé más agradecido con lo que tienes: siéntete afortunado por tener una cama donde dormir o comida cada día. Conténtate con lo que tienes en lugar de buscar algo más.