Cualquier problema o enfermedad de salud mental trae consigo una mochila de estigmas que carga la persona que lo padece. Aunque es cierto que cada vez se tiene más en cuenta la salud mental, para muchas personas y en muchos países es todavía un tema tabú.
La importancia de hablar sobre ella no solo recae en ser capaces de diagnosticar mejor y más rápido estos problemas, sino que también es necesario que las personas que los padecen no sufran el doble. Según el estudio de la Red de Investigación INDIGO, el 90% de las personas con esquizofrenia han sido discriminadas a consecuencia de su estado de salud mental. Y un 72% necesitan ocultar su diagnóstico.
Unos datos alarmantes teniendo en cuenta que la esquizofrenia no es un trastorno mental minoritario, la mitad de las personas ingresadas en hospitales psiquiátricos la padecen, según datos de Organización Mundial de la Salud (OMS).
El 90% de las personas con esquizofrenia han sido discriminadas por su salud mental
En el marco del Día Mundial de la Esquizofrenia, ayudar a romper el estigma y los prejuicios que la envuelven es importante para construir una sociedad más sana e igualitaria. Y es que esta discriminación “contribuye a la exclusión social y a su vez limita el acceso a la atención médica general, la educación, la vivienda y el empleo de las personas con esquizofrenia” tal como explica la Dra. Elvira Herrería del Hospital de Psiquiatría Clínica del Instituto Brain 360.
Qué es la esquizofrenia
La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta aproximadamente a 24 millones de personas según la OMS. Desde la organización, detallan que el trastorno se caracteriza por una “importante deficiencia en la forma en que se percibe la realidad” así como por cambios en el comportamiento. Suelen ser personas que ven entorpecidas sus capacidades cognitivas como la memoria o la atención.
Tiene tratamiento, por eso, apuntan desde la OMS, 1 de cada 3 personas que la sufren consiguen recuperarse por completo dejando atrás los síntomas. La mayoría de los tratamientos se relacionan con medicamentos, psicoeducación, intervenciones familiares, terapia cognitivo-conductual y rehabilitación psicosocial.
Lo más frecuente es que la esquizofrenia aparezca al final de la adolescencia o entre los 20 y los 30 años, aunque suele manifestarse antes en los hombres.
Síntomas de la esquizofrenia
Los principales síntomas de la esquizofrenia según la OMS son:
- Persistencia de ideas delirantes. La persona piensa que algo irreal es real
- Persistencia de alucinaciones. Oye, huele, ve, toca o siente cosas que no están presentes en ese momento
- Vivencia de que los pensamientos o las acciones no son generados por ella misma, sino que la persona cree que otros los colocan en su mente, los apartan de su mente o que sus pensamientos se están trasmitiendo a otra persona
- Razonamiento desorganizado, suele manifestarse con hablar de temas que no vienen el caso o expresarse con un discurso confuso
- Limitación del habla
- Incapacidad para experimentar interés o placer
- Aislamiento social
- Agitación extrema o ralentización de los movimientos
- Adopción de posturas extrañas
Causas de la esquizofrenia
El trastorno no tiene una sola causa, pude estar provocado por una herencia genética que se da la mano con una serie de factores ambientales, así como psicosociales. Aunque es cierto que el consumo excesivo de cannabis está asociado con un elevado riesgo de sufrir esquizofrenia.
La esquizofrenia: un trastorno cargado de prejuicios
Las personas que padecen esquizofrenia son especialmente vulnerables a discrminaciones de todo tipo. Gonzalo Nielfa, de 27 años, declaraba para el diario Valenciaplaza que la "visión que se tiene de la esquizofrenia está muy "hollywoodizada" por lo que "no es tan llamativa como en las películas, tendemos al encierro e introspección". Y es que existen muchos que todavía creen que las personas con este trastorno son violentas, peligrosas o poco fiables.
Según la OMS, es común que las personas con esquizofrenia hayan sufrido a lo largo de su vida diversas vulneraciones de sus derechos humanos “como la desatención, el abandono, la falta de vivienda, el abuso y la exclusión”. Para acabar con esta vulnerabilidad, es importante darle visibilidad a la esquizofrenia y demás trastornos mentales.
Por suerte, hoy en día se habla de la salud mental mucho más que hace unos años, más personas piden ayuda a especialistas y sabemos más sobre lo que nos sucede, pero las estadísticas son preocupantes. ¿Por qué todo el mundo habla de salud mental? Seguramente porque estamos creando una sociedad mucho más concienciada y preocupada.