No todas las crisis son económicas, podemos vivir diferentes tipos de crisis a lo largo de nuestra vida: emocional, psicológica, sentimental, profesional, económica, de identidad, etc. y en todas necesitamos reinventarnos para salir adelante. Es importante reciclarse siempre, pero en los malos momentos, es cuando la renovación se convierte en una auténtica necesidad. Cambiar es la mejor forma de adaptarse a los cambios. Para lograrlo, hay que permitir que nuestra creatividad nos muestre el camino.
Algunas de las mejores ideas han surgido en los peores momentos, y curiosamente, siempre producen resultados positivos y abren nuevas posibilidades que, de no haber sido por la presión de una crisis, quizá nunca hubiesen sido creadas. Está en nosotros decidir si queremos continuar la cadena de pensamientos negativos que nos suele asaltar en estos casos, o si queremos sustituirla por nuevos pensamientos más positivos. El optimismo siempre premia. Lo mejor es darte cuenta de algo importante: Si estás pasando por una crisis, solo te queda una cosa por hacer, salir de ella.