Ya sea oral, escrito o mediante signos, el lenguaje es esa herramienta poderosa y dinámica que nos permite comunicarnos. Un instrumento que define la forma en la que vemos el mundo y que nos ayuda a crear comunidad, conectando con los otros y con nuestro entorno. Nuestra propia identidad también crece y se afianza a través del lenguaje que utilizamos para dirigirnos al mundo. Pero, ¿qué ocurre cuando no nos interpela? ¿O cuando lo hace de una manera que estigmatiza o genera rechazo en ciertas personas?
“No seas nenaza”; “ese trabajo es de hombres”, “corres como una niña”, “¡mira qué buen marido! ¡Hasta le ayuda a cambiar pañales!”, “comes mucho para ser una chica”. Seguro que en algún momento te has topado con alguna de estas frases de raíz sexista. La mayoría de ellas, aunque parezcan relativamente inofensivas, pueden perpetuar estereotipos de género que, todavía hoy, definen nuestro rol en la sociedad, ya seas hombre, mujer o persona no binaria.
¿Qué es el lenguaje inclusivo?
El lenguaje inclusivo o de género neutro que, seguro que has podido reconocer en las últimas décadas bajo los símbolos del “@” o la “x” que sustituyen las “o”, es una de las alternativas al uso sexista del lenguaje que todavía impera en algunos espacios.
Ahora bien, más allá de los símbolos como la arroba o la “x”, no reconocidos oficialmente por la RAE, como tampoco el uso de la “e” (todas, todes), existen otras maneras de comunicarnos de una manera inclusiva.
Hasta la fecha, el lenguaje inclusivo o de género neutro es una tendencia social que promueve el uso de expresiones lingüísticas que eviten los prejuicios y estereotipos sexistas, así como la invisibilización y exclusión en el lenguaje de las personas de determinado sexo, género u orientación sexual.
El objetivo del lenguaje inclusivo de género es eliminar y evitar construcciones sociales sexistas
Las guías al respecto, como la creada por el Gobierno de Chile, afirman que “el lenguaje no es sexista en sí mismo, sí lo es su utilización”. ¿Qué significa esto? Que es la sociedad la que debe ir construyendo un nuevo lenguaje poniendo especial atención en las palabras que utilizamos para referirnos a las demás personas. Al fin y al cabo, identificarnos en nuestros propios términos y ser reconocidos con palabras inclusivas nos ayuda a estar orgullos de ser quienes somos, y el resto de las personas también deben saberlo.

Nuevas herramientas para un lenguaje más igualitario
Por eso, en busca de nuevas fórmulas y para atajar cualquier uso sexista del lenguaje, van surgiendo nuevas herramientas y sistemas que, como Indexa, nos ayudan a adoptar un uso inclusivo y diverso del lenguaje mediante inteligencia artificial. Este asistente virtual en lengua catalana es un claro ejemplo de cómo utilizar un lenguaje que no deje a nadie fuera.
Su funcionamiento es bien sencillo. Tan solo tienes que bajarte los complementos del Inlexa disponibles para Office, Google Chrome, Firefox y WordPress, directamente desde tu programa preferido. Luego descubre qué puedes hacer para escribir textos con un lenguaje más inclusivo e igualitario.
Las normativas europeas y americanas ya promueven una utilización efectiva del lenguaje inclusivo con tal de eliminar y prevenir situaciones de discriminación
Por ejemplo, si escribimos “las cuidadoras que están a cargo de las personas mayores y discapacitadas…”, inmediatamente nos creará una sugerencia de corrección, mucho más inclusiva, que viene acompañada de una explicación. En ese momento, nos damos cuenta que no estamos haciendo un uso igualitario del lenguaje, ya que hubiera sido mejor escribir: “El personal cuidador que está a cargo de las personas mayores y discapacitadas”.
A día de hoy, las normativas europeas y americanas ya promueven una utilización efectiva del lenguaje inclusivo con tal de eliminar y prevenir situaciones de discriminación. Muchas personas también tratan de adaptarlo en su día a día, si no en todo momento, sí en gran parte de sus discursos y conversaciones con tal de englobar a más personas.
Y es que, aunque pueda parecer todo un reto, escribir textos con lenguaje inclusivo y con menos repeticiones, huyendo de la alternación femenina/masculina (ellos/ellas), es posible. Estas son las claves del lenguaje inclusivo que recomiendan desde ‘La Palabra Púrpura’, una revista y editorial feminista creada por escritoras y lingüistas de varios países. Con estos consejos verás cómo todas las personas podemos ser un poco más inclusivas de lo que creemos. ¡Es hora de ponerlo en práctica!