- "Yo en su lugar?". Nadie puede estar exactamente en el lugar del otro, porque cada persona es distinta y, por lo tanto, reacciona según sus prioridades y su propia experiencia.
- "¡Esto es así y punto!" Todo es relativo y no hay una verdad más válida que la de otro.
- "Lo correcto sería?" Esta aseveración se olvida de que lo que es correcto o no depende de la escala de valores de cada persona.
- "No puedo tolerar que?". Otra muestra de rigidez mental, ya que convertimos la propia opinión en un juicio inapelable.
Descubre las virtudes de las mentes flexibles