Durante generaciones las madres de todo el mundo han cantado nanas a sus bebés mientras les acurrucaban en sus brazos y les mecían suavemente hasta que se dormían. En la actualidad, varias investigaciones modernas han sacado a la luz la gran importancia que tienen estas canciones de cuna. Y es que, al escuchar los cánticos suaves y rítmicos de la madre o el padre, el bebé obtiene una gran sensación de tranquilidad y seguridad.
Dado que la respuesta al sonido es una de las habilidades más desarrolladas en el recién nacido, los niños necesitan ser musicalmente alimentados desde el nacimiento. Sin esta suave introducción a la música, muchos niños continuarán sobresaltándose al percibir un sonido fuerte, un movimiento repentino u otros ruidos. Además, otro de los beneficios de cantar nanas es la comunicación que se establece entre padres e hijo.
Por si esto fuera poco, es habitual que un bebé trate de responder a quien le está cantando con gorgoritos y balbuceos, una prueba de que dicha actividad fomenta el desarrollo del habla. Así, es mucho más importante que los padres canten a sus bebés a que no que canten bien. En concreto, no importa la calidad de la voz, sino el vínculo que se crea entre progenitor y descendiente, ya que la alegría del bebé radica en su propia interpretación, lo que le anima a cantar.
La importancia de cantar nanas a los bebés
Además de tener un efecto calmante sobre los recién nacidos, las canciones de cuna ayudan a los bebés a desarrollar el habla y les animan a cantar mientras se estrecha el vínculo entre padres e hijo.
