1. Celebra todo, siempre.
Un cumpleaños, un santo, una graduación, una buena noticia o que has encontrado un bolígrafo… Suficientes cosas desanimantes ya hay en el mundo como para no sacarle punta a todo lo bueno que nos ocurre. ¡Y ocurren al día muchísimas más cosas buenas que malas! Para empezar, ¡respiramos!
2. Sé optimista (pero con la nueva definición).
El optimismo no es mirar a otro lado en situaciones complejas. El optimismo, es salir adelante con lo que nos toca vivir. Significa que no voy a decaer y voy a dejarme la piel.
3. Forma tu criterio.
Lee un periódico generalista y otro económico al día, dedicándole no más de 15 minutos. Al cabo de tres meses sabrás interpretar bien las noticias y serás capaz de anticiparte a otras. No te creas todo lo que te cuenten.
4. Sé prudente… con moderación.
No te quedes corta por precaución ni te pases por osada. Arriésgate sin hacer el bobo y repliega las velas si es necesario.
5. Quiere a los demás.
Al final, en la vida, solo te quedan los tuyos, tu familia, tus amigos. No dejes que nadie ni nada enturbie tu capacidad para quererles. Ni la política, ni la economía, ni la religión ni el fútbol son motivos realmente serios como para dejar de querer a alguien.
6. Defiende la decencia, siempre.
Si dudas de algo que no es decente, no lo hagas, no lo digas, no lo pienses. La decencia es la única regla inamovible.
7. No te pares nunca.
Haz cosas sin parar. Si trabajas, sé el mejor en tu trabajo. Si lo estás buscando, haz jornadas ilimitadas y gestiones infinitas. La vida está para vivirla y comérsela a bocados. Por eso, a mis 82 años, pienso que “yo de mayor quiero ser joven”.
8. Saca brillo a tu manual de instrucciones.
Hemos vivido jugando al “todo vale”. Y eso no es bueno. Tenemos un manual de instrucciones interior que dice que una será más persona si no mete la mano en la caja ajena, si no es trepa, si es leal, si es respetuoso...
9. Haz el bien.
Convierte tu vida en una sucesión de actos buenos. El cambio de la sociedad vendrá por la globalización de actos buenos (y decentes). Lo anormal es hacer mal.
10. Haz cosas pequeñas.
Cristóbal Colón descubrió América solo una vez en la vida. Hasta entonces, miles de cosas pequeñas le llevaron a hacer eso tan grande. Yo no he hecho nada grande en mi vida. Pero me desvivo por hacer que cada día, cada detalle, cada gesto, merezca la pena ser hecho y vivido.