Algunas personas tienen la imperiosa necesidad de tener. Generalmente se inclinan por cosas materiales (moda y complementos, tecnología?). Tras conseguirlas, pierden el interés e identifican otro objeto que creen vital para su existencia. Este obsesión puede ser fruto de una sociedad consumista que valora más el tener que el ser.
Por otro lado, tal como indica el acuñador del concepto, el psicólogo Rafael Santandreu en su libro El arte de no amargarse la vida, el concepto de felicidad también se sustenta, erróneamente, en el convencimiento de que se necesitan tener cubiertos ciertos aspectos de la vida para ser feliz.
Esto es lo que llama él necesititis y lo desmonta argumentando que lo único esencial en la vida es el agua, el alimento, ropa para protegernos del frío o del sol y un lugar donde guarecernos. En definitiva, aquello que nos garantiza la supervivencia.
En cambio, para este experto no es cierto que necesitemos a alguien con quién compartir nuestra vida, ni es esencial que tengamos que alcanzar nuestro sueño profesional. Tampoco es real que la felicidad de los demás dependa de nosotros ni la infidelidad es el final de una relación.
El autor del libro propone liberarnos de todas estas cargas y relativizar. Según señala, sin todas estas autoexigencias viviremos más relajados y además podremos disfrutar más de lo que ya se tiene.
Lee y descubre si sufres de necesititis
¿Crees que no tienes suficiente? ¿Piensas que si no encuentras a tu media naranja serás infeliz? ¿Estás convencida de que conseguir ese trabajo te dará la felicidad? Quizá estás equivocada y padezcas un mal muy común: la necesititis.
