Las Malas Madres, con más de 95.000 fans en Facebook, 21.000 seguidores en Twitter y 25.000 en Instagram, se definen como un grupo "con mucho sueño, poco tiempo libre, alergia a la ñoñería y ganas de cambiar el mundo o, al menos, de morir en el intento". Esta tendencia de la blogosfera nace en respuesta a la presión social para que toda embarazada sea una madre ideal, el llamado new momism, como se conoce en el mundo anglosajón, y ejemplifican mujeres como Michelle Obama o Sarah Palin. En Instagram, por ejemplo, existen perfiles como Women in real life (Las mujeres en la vida real) donde proliferan los desastres cotidianos de niños traviesos o de niños, sin más, o las pequeñas miserias a modo de urgencia (¿o es que nunca habéis usado un imperdible a modo de cremallera?). Con sentido del humor, Laura Baena, fundadora del club, nos da los 10 mandamientos de una buena mala madre. Unos principios que encajan con la filosofía del blog: "Madres imperfectas que luchan por no perder su identidad como mujeres, por seguir creciendo profesionalmente y desmitificar la maternidad. Porque no tenemos súper poderes ni queremos tenerlos".
1. PARIR DUELE, PUES PIDE LA EPIDURAL. No te creas que las contracciones no van en aumento. Puedes pedir la epidural en cuanto llegues al hospital.
2. LA CUARENTENA NO ES PARA TANTO. Pues no sé para quién, avisa a tu otra parte contratante que puede que la revolución hormonal haga de ti un perro de presa. El que avisa no es traidor.
3. ¿QUIÉN ES LA LIBIDO? La libido es una señora que igual coge las maletas en el momento que sospeche que viene un bebé en camino. Déjala que actúe con libertad. Igual vuelve por Navidad.
4. EL DORMIR SE VA A ACABAR. Otra de las grandes leyendas urbanas, dormir como un bebé. Pues igual el tuyo duerme del tirón pero prepárate para no descansar hasta que se independicen y cómprate un antiojeras potente. Ya nada volverá a ser igual.
5. BUSCA TU MOMENTO Y HUYE. Apúntate a un gimnasio, a un club de lectura, a un taller de encaje de bolillos o miente y di que tienes que ir a por pañales pero desaparece. Ese momento con una misma no está pagado con nada. Visitar el súper se convertirá en un momento de lo más gratificante.
6. CÓMPRATE UNOS TAPONES Y ENSEÑA AL 'BUEN HIJO' QUE POR LA NOCHE LLAME A PAPÁ. Es fundamental para la supervivencia nocturna, además "oídos que no oyen, corazón que no siente", ya lo dice el refrán.
7. LA TELEVISIÓN ES TU AMIGA. O en su defecto la tablet o el móvil. Todo vale por unos minutos de silencio aunque de fondo escuches a tu buen hijo reírse mientras ve Peppa Pig en coreano.
8. APAGA LA LUZ SI VES LA CASA MUY SUCIA. Las pelusas son inofensivas, la arruga es bella. Ya se sabe, la suciedad es como la belleza está en los ojos del que la mira.
9. LOS DISFRACES, COMO EN EL CHINO, EN NINGÚN SITIO. No hagas caso de las buenas madres perfectas que cosen afanadas el disfraz de su hijo, hacen galletas y colapsan el grupo de WhatsApp del colegio. Tú a lo tuyo, por 10 euros tienes el tuyo y en el tiempo de costura te tiras en el sofá cual ameba.
10. QUEMA LA CAPA DE 'SUPERWOMAN'. Ni lo somos ni queremos serlo. Somos mujeres imperfectas pero las mejores malas madres para nuestros hijos. Y como la maternidad es una locura nada mejor que repetir experiencia y seguir demostrándote a ti misma lo buena mala madre que eres.
Laura Baena es la autora de "Soy buena mala madre" el libro de "El Club de Malas Madres".