Los padres y madres siempre tienen preocupaciones por sus hijos, algunas de ellas infundadas, y otras no tanto. Una de las que más preocupa, y con razón, llega cuando comienzan a entrar en la adolescencia, empiezan a relacionarse en grupo y a socializar de forma diferente. Y así aparece un nuevo peligro que, por desgracia, cada vez llega antes: el consumo de alcohol y otras drogas.
El alcohol en los adolescentes es algo que podría entenderse como normal, ya que es una época de experimentación para encontrarse a uno mismo. Lo que no es normal es la edad cada vez más temprana a la que llega esa bebida a los niños -porque sí, cuando lo hace todavía son niños-, la cantidad y la frecuancia con la que lo consumen.
Consumo de alcohol en adolescentes: causas y consecuencias
A pesar de que la venta está prohibida a menores de 18 años, la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (Edades) de 2018, de la Delegación del Gobierno del Plan Nacional sobre Drogas reveló que los adolescentes españoles se inician en el consumo de alcohol alrededor de los 13 años. Pero no solo eso, las estadísticas del consumo de alcohol en adolescentes revelan que cerca del 80% reconocía haber consumido alcohol al menos una vez en su vida y 1 de cada 4 se había emborrachado en el último mes en el momento de la encuesta.

Pero, ¿cómo puede ocurrir esto? Muy sencillo. En muchas tiendas, especialmente bazares y pequeños comercios, ni siquiera piden la documentación. En otros casos, algunos adolescentes pueden pasar perfectamente como alguien mayor de edad. O en otros casos, para ir a lo seguro, recurren a amigos (o incluso desconocidos) mayores de edad para que se lo compren.
Los adolescentes españoles se inician en el consumo de alcohol en torno a los 13 años
Los patrones de ocio y consumo han cambiado. Mientras que antes los más jóvenes podían relacionarse de formas más sanas, ahora la presión de grupo, el consumo masivo de contenido en internet y la búsqueda de satisfacción inmediata han llevado a que los jóvenes empiecen antes a consumir esta bebida y otras drogas. No son nada raros los botellones de niños de 11-13 años a plena luz del día, pero ¿qué esperamos cuando les damos acceso ilimitado a contenido en el que esta bebida y otras drogas aparecen como la forma de ocio más común?
Efectos del alcohol en adolescentes
Las consecuencias del consumo de alcohol en adolescentes pueden ser terribles, tanto a corto como a largo plazo. A corto plazo, son muchos los sanitarios y profesionales de emergencias que denuncian cómo se encuentran casi cada fin de semana (y ya ni hablamos de alguna fiesta en concreto) a menores con intoxicaciones por alcohol o incluso coma etílico. El resultado puede llegar incluso a ser la muerte.
El consumo en adolescentes está habitualmente relacionado con la aparición de problemas familiares, afectivos, relacionales, académicos y también con un mayor riesgo de abandonarse a comportamientos negligentes. A largo plazo, el cuerpo puede sufrir graves consecuencias, porque a esa edad todavía se está desarrollando. Uno de los órganos más dañados es el cerebro, así como el resto del sistema nervioso, ya que lo deprime, lo daña y lo enlentece, haciéndolo especialmente sensible a sufrir una posible adicción y secuelas limitantes a nivel cognitivo en el futuro.