El tiempo no es tiempo, ni te sientes frustrada, ni aburrida, disfrutas con lo que haces y no te distraes pensando en preocupaciones, sentimientos negativos o en consecuencias de tus actos. Se fluye con actividades que tienen sentido y son importantes para cada uno, incluso si requieren esfuerzo y cierto sacrificio. Fluir nos hace crecer y expande nuestras fortalezas, estimulándonos. Expertas en psicología positiva te dan las claves para que logres que el tiempo vuele, hagas lo que hagas. Para ello, te dejan 5 cosas que debes hacer para fluir y para sentirte realizada haciendo lo que haces.
1. Definir las metas
Lo primero sería establecer una meta general e ir desgranándola en metas más pequeñas y complementarias realistas. Por ejemplo, si queremos aprender a jugar a pádel, la primera meta general sería ésta misma; las siguientes serían saber sacar, técnicas de golpeo, saber cómo moverse en la pista, etc. Paso a paso, y con realismo.
2. Medir el progreso
Se deben medir los avances para superarse sabiendo siempre que ha de haber equilibrio entre nuestras destrezas y las dificultades. No podemos caer en el aburrimiento ni en el estrés por no alcanzar lo que deseamos.
3. Sentirse inmersa en una actividad
Cuando la atención está totalmente absorbida por lo que haces hay una combinación entre la acción y la conciencia. Es lo que se llama foco o enfoque. Disfrutamos y avanzamos. El tiempo no existe.
4. Prestar atención a lo que está pasando
Lo ideal es centrarse en el proceso, no en el resultado final. Evitar distracciones: cuando se fluye, no hay espacio para nada más. Ni para preocupaciones, ni miedos... Sin ruidos. Pierdes la conciencia sobre la propia personalidad.
5. Aprender a disfrutar de la experiencia inmediata
Toda experiencia de flujo hace que tengamos la sensación de tener el control. Disfrutar de ese momento nos engancha.
Como mejorar tu atención
Las expertas Pilar Fernández Marín y María del Mar Morales Hevia, han descrito un ejercicio que puedes poner en práctica para concéntrate y mejorar la atención, en su libro ¡Fluye!
- Lo primero que tienes que hacer es prepararte. Para ello, túmbate o siéntate en un lugar confortable. Haz tres respiraciones lentas y profundas, con la espiración siente que te relajas más y más, suelta todas tus tensiones.
- Seguidamente, debes concentrarte en un objeto neutro, un objeto que no signifique nada para ti, que no te despierte ningún tipo de emoción, ni negativa ni positiva, permanece contemplándolo durante un largo rato.
- No hagas caso de las distracciones, déjalas pasar. Lo normal es que tu atención se disperse t tu concentración descienda tras un tiempo de contemplación; no importa, deja pasar las distracciones como si fueran nubes en un día de verano y continua con tu práctica.
- El siguiente paso es volver a la contemplación del objeto y, cuando te canses, dale las gracias y sal de ese estado haciendo de nuevo unas respiraciones profundas y unos estiramientos que te ayudarán a relajarte.
- No permanezcas más que unos pocos minutos contemplando el objeto de tu elección. Realmente, permanecer atenta a un objeto neutro es bastante difícil, pero cuanto más entrenes, mayor dominio de tu mente adquirirás y eso te dará grandes beneficios a la hora de fluir.