Vivimos rodeados de una marea de pensamientos y emociones que, en ocasiones, nos impiden disfrutar del ahora. El apego hacia el pasado, o la excesiva ansiedad por el tiempo futuro, nos colocan en una situación de desventaja a la hora de tomar decisiones libres y adecuadas en el momento presente. ¿Cómo podemos saber qué es mejor para nosotros si no somos capaces de conectar con nuestro verdadero yo?
Sin darnos cuenta, nos pasamos el tiempo buscando en los pensamientos sobre el pasado o el futuro lo que solo podemos encontrar ahora. Es como si la respuesta a nuestros problemas presentes estuviera escondida en una acción pasada. Sin embargo, en contra de esta idea limitante, existe algo más poderoso: el momento presente, tan estudiado y puesto en práctica por los amantes del mindfulness, para quienes el máximo placer y sabiduría se alcanza disfrutando del aquí y el ahora de una manera consciente.
Una rama estudiada también por Úrsula Calvo, fundadora y CEO del Úrsula Calvo Center y del Fulness Spa y maestra de meditación certificada por el Centro Chopra, quien aboga por reencontrarnos con nuestro verdadero yo a través de diversos ejercicios de meditación. Así lo explica en su libro Hacia YO AHORA. Una travesía de la supervivencia a la súper vivencia, donde reconoce que vivimos desconectados de esa profunda sabiduría que alberga nuestro verdadero yo, ese que sabe con certeza cuál es la mejor decisión en cada momento. Esta falta de escucha interior es la que, según Calvo, nos impide descubrir nuestro propio potencial y llevar a cabo nuestras más elevadas aspiraciones.
Por ejemplo, ¿cómo lanzarnos a hacer esa actividad que tanto nos gusta si continuamente recibimos pensamientos limitantes que nos dicen que no podremos hacerlo o que nos recuerdan que en un pasado ya fallamos en la consecución de dicha actividad? Pues bien, en este sentido, la que está mandando es la mente, que muchas veces se impone sobre nosotros a través de pensamientos negativos.
Cuando esto sucede, nos abandonamos al mundo de las ideas, dejando de lado el potencial que nuestro ser interior también tiene en la toma de decisiones. Es entonces cuando aparece la que Úrsula Calvo llama la figura del impostor, esa que sostiene una imagen falseada de nosotros mismos y que se guía por intereses ajenos a los nuestros, es decir, por los de la razón.
Se trata de despertar la consciencia, de reencontrarnos con nuestro potencial como seres humanos, para así recuperar la capacidad de tomar decisiones realmente libres
Por suerte, somos mucho más que ese impostor o que esa maraña de pensamientos limitantes y autoexigentes. A veces, una respiración entrenada y meditada puede ayudarnos a conseguir un dominio de la propia mente y una mejora del estado físico. “Nos facilita la disminución de bloqueos energéticos debido a alteraciones psicológicas y nos ayuda a vencer temores y fobias arraigadas, consiguiendo una notable serenidad corporal y mental”, según explica la Yoga Coach & Cofundadora WerGym, Cristina Pacheco, en un artículo sobre el arte de concienciarte en la respiración.
La consciencia despierta entiende que pasado y futuro son construcciones de la mente y deja de ser esclava de ellos
Para Úrsula Calvo, la respiración y la meditación consciente nos ayudan a tomar las riendas de nuestra propia vida, alejándonos de los pensamientos negativos, en su mayoría falsos y agotadores, para conectar la consciencia despierta: esa que entiende que pasado y futuro son construcciones de la mente y deja de ser esclava de ellos. Como ella misma explica, “es desde esa consciencia, desde esa presencia, que pasamos de supervivientes a súper vivientes”.
La toma de decisiones: cómo saber qué es mejor para mí
Quizá todavía no te has dado cuenta, pero cada vez que actúas, de cualquier forma, estás siendo aconsejado. Pero, ¿cómo lo hacemos? Existen dos posibilidades: o bien pedimos consejo a la falsa ilusión que tenemos de nosotros mismos y de las limitaciones, es decir al Impostor, o se lo pedimos al yo, al ser.
“Las decisiones aconsejadas por el Impostor parten y siempre conducen a la culpa y el miedo, pasado y futuro. Y las vas a reconocer porque sentirás conflicto interior y negatividad”, confirma Calvo. Sin embargo, cuando tu consejero es el yo, cuando conectas con tu esencia, entonces serás capaz de tomar decisiones que aportan paz, alegría, entusiasmo y fortaleza. ¿Ves la diferencia?
Mientras que el impostor cree saber lo que te conviene, el yo lo sabe. No necesita más pensamientos ni teorías. “Sabe hacia dónde te diriges, cómo llegar ahí sin ninguna duda, y lo hace espontáneamente y sin esfuerzo, en pro del bien, de todo lo que incluye el momento”, explica la maestra de meditación.

Así, cada vez que dudes y que tengas que tomar una decisión o decantarte por algo, simplemente debes aprender a aquietar tu mente, sin dejar que esta te controle, hacer a un lado al impostor y escuchar a tu lado interior. Las respuestas libres y seguras nacen de una escucha consciente en el aquí y el ahora.
Por último, es importante que no te dejes engañar por la voz que dice que has tomado “malas” decisiones. La autora nos recuerda que estos no son más que pensamientos con los que ya sabes lidiar. “Siempre es ahora, cada momento es nuevo, y puedes volver a decidir”, concluye.
¿Imaginas un estado mental en el que los pensamientos fueran un sonido lejano? Si hay algo que nos otorga realmente libertad, es ser capaces de atender solo aquellos pensamientos que sean de utilidad. Como dice Úrsula Calvo, “la vida está para ser vivida, no pensada”. Por eso, queremos dejarte con algunas claves para que cojas las riendas de tus pensamientos, dejando de lado a ese yo impositor que solo nos provoca miedo, inseguridad y negatividad.