La Navidad es una época especialmente sensible para muchos de nosotros, otros años hemos comprobado cómo, llegado el momento, comenzamos a sentir un gran vacío, soledad y desconexión aun cuando nos rodeamos de seres queridos y actividades de todo tipo.
Este año, además, se le suman unas condiciones especiales que pueden hacer particularmente duro ese vacío, esa soledad o esa desconexión. Así que, vamos a dedicar unos minutos a reflexionar sobre ello y a sentar las bases de algunas acciones que nos pueden ayudar a atravesar o transitar las emociones y sensaciones que nos van a acompañar durante las próximas semanas.
Súmate a la Navidad Consciente
Hace algunos años que dedico un espacio a hablar de la Navidad en clave de consciencia, bien sea en relación a las comidas y cenas familiares, a las compras, a las dificultades o a la fijación de objetivos. El motivo por el que me gusta que invirtamos algo de tiempo en esto es que unas fechas que aparentemente se viven con felicidad, alegría, derroche y gozo, son en realidad bastante sombrías para muchas personas. Sí, incluyendo aquellas que parecen disfrutrarlas.
Unas fechas que aparentemente se viven con felicidad, alegría, derroche y gozo, son en realidad bastante sombrías para muchas personas
Si a la sensibilidad que caracteriza el ambiente, le sumamos lo diferente, especial, duro, difícil y crudo que ha sido este año, lo que tenemos en realidad es que nos enfrentamos a unos días desconocidos para nosotros, con unas emociones diferentes, unas necesidades diferentes y que requieren de acciones diferentes.
Este año muchos de nosotros hemos perdido a nuestros seres queridos en una situación difícil de explicar. La sociedad se resiente después de meses de libertades coartadas, frustración y falta de contacto entre personas. La mayoría de nosotras tenemos algún tipo de necesidad sin cubrir, desde la incertidumbre económica de muchas personas que han perdido su trabajo, pasando por familias que directamente no tienen medios para comer, cambios en la rutina, necesidades psicológicas y sociales sin cubrir, etc.
De una forma u otra, todos nos hemos visto afectados por la situación y después de tantos meses de nado contracorriente, algunos estamos exhaustos. Base inestable para afrontar una Navidad diferente y especial.
La Navidad consciente siempre ha sido mi forma de apoyar el hecho de que necesitamos volver a nosotros cuando el ambiente nos exige mirar hacia fuera, necesitamos autocuidado, necesitamos observación y mucha presencia. Y este año, la Navidad necesita ser más consciente que nunca.
Te dejo aquí algunos de los artículos de años anteriores antes de pasar al “qué podemos hacer con todo esto”:
- Este año vive una Navidad consciente
- Reflexiones para 2018: Feliz presente nuevo
- Sobrevive a las cenas de Navidad con asertividad
- Tips para comprar menos y reducir nuestro consumo estas Navidades
Acciones especiales para una Navidad especial
Debo confesarte que estas propuestas que planteo son atemporales. No conozco un momento del año o momento vital donde no sean imprescindibles para la paz interior y el equilibrio, y no veo por qué no aplicarlas a las Navidades de todos los años.
Sin embargo, este año son, si cabe, más necesarias y merecen más atención.
¿Estás preparad@?