Con el fin de las fiestas navideñas llega la temida cuesta de enero. Estamos más desmotivados, hace más frío, los días son más grises y, para colmo, seguimos en pandemia. De hecho, se dice que hoy, el tercer lunes del mes, es el día más triste del año, también conocido ya como 'Blue Monday’. Un término acuñado por la Universidad de Cardiff según una serie de variables que influyen en el carácter y en el estado anímico de las personas como puede ser el clima gris invernal, la famosa cuesta de enero o esos propósitos de año nuevo que, muchas veces, en lugar de ayudarnos a mejorar, nos presionan más que otra cosa. Eso sí, a pesar de la enorme influencia que este fenómeno tiene hoy en día en Internet, no podemos olvidarnos que realmente comenzó como un requerimiento publicitario que, actualmente, continúa sin ganar aval científico.
Uno puede estar triste ya sea lunes, martes o viernes. Aunque los factores económicos, sociales y ambientales que de normal se viven en enero es cierto que no ayudan a sentir una inmensa felicidad —como la que sí anuncia la llegada de la primavera—, esto no significa que tengamos que ser infelices el tercer lunes de enero.
¿Y si le damos la vuelta? No se trata de forzar nuestro cuerpo a estar 100% activo o feliz solo por hacerle la contra al juego del Blue Monday, si no, simplemente, de respetar nuestro reloj biológico, levantarnos con calma y ver qué nos apetece hacer en este día “tan, tan terrible…”. Lo mismo te levantas con energía y te apetece ir caminando hacia el trabajo, o si estás en modo teletrabajo, ¿por qué no despertarte unos minutos antes para hacer algunos estiramientos y practicar yoga?

La pandemia nos ha dejado un escenario absolutamente marcado por el desánimo, la incertidumbre y la inseguridad ante un futuro que no terminamos de ver del todo claro. Ya vamos por la sexta ola y las tasas de ansiedad, estrés y depresión solo hacen que aumentar considerablemente. Por no hablar de las personas jóvenes, uno de los grupos, entre los 18 y los 24 años, que más problemas de salud mental está teniendo.
Sin embargo, no es momento de tirar la toalla. Ni porque resuenen campanas de tristeza con el Blue Monday, ni porque nos encontremos en una nueva ola de contagios. Es momento de parar y ser conscientes de lo mucho que podemos hacer para sentirnos mejor cada día. No se trata de simples manuales, sino de incluir en nuestra rutina ciertos detalles que nos pueden subir el ánimo y hacernos sentir más completos y motivados, sobre todo ahora que los días grises pueden mermar nuestra energía. ¡Veamos cómo hacerlo!