“Un camino de mil millas comienza con un solo paso”. Quizá te has acostumbrado a decir lo que te gustaría hacer pero no a intentar hacerlo, pero ya estás harta y quieres avanzar. Créeme si te digo que, lo te impide dar el primer paso es sencillamente la falta de costumbre. No estás habituada a caminar por ti misma sino llevada por la inercia de tu vida o por los pasos que dan otros a nuestro alrededor.
Esto es común en la mayoría de las personas, pero has de saber que seguir a la manada no suele llevarte a conseguir lo que deseas. Muchas veces puede ser contraproducente porque puede significar ir en contra incluso de ti misma. Así que, si la única cosa que te impide por el momento caminar hacia donde quieres ir, es la falta de práctica, como todo, esto también se consigue practicando.
Seguro que tiendes a tirar piedras delante de ti. Piensas que las cosas buenas se consiguen con un gran esfuerzo. Crees que sólo si sufres, si te cansas, si algo te resulta muy difícil de conseguir, puede ser para ti, pero esta no es la realidad. Es muy posible que te estés equivocando al pensar que “quien quiere algo, algo le cuesta” y esta creencia es el primer obstáculo que necesitas superar.
Tu imaginación exagera las dificultades y después resulta que no era para tanto. Por eso, cuanto antes empieces a actuar, antes te darás cuenta de la gran imaginación que tienes, tanto para imaginar lo bueno como para exagerar lo malo. Toma la sencilla decisión de ponértelo fácil, de utilizar y llevar contigo las herramientas necesarias para hacerte el camino más sencillo y más agradable. El viaje también es importante, no sólo el destino.
Elabora tu plan de acción en tan solo 1 minuto y… ¡A por lo que deseas!
1. Piensa bien: Pensar en positivo es importante, pero de nada te sirve pensar bien si después no consigues traducir tu pensamiento en acciones que te lleven a alcanzar tus objetivos personales a hacer las cosas que tú quieres.
2. Decide: La mejor manera de tomar una decisión es hacerlo por ti misma y desde ti misma, sin esperar a que causas ajenas te provoquen un estado, que extralimite tus capacidades de actuación pues puede ser tarde.
3. Imagina en tu favor: No permitas que tu imaginación te juegue una mala pasada. Seguro que eres muy rápida creando pensamientos negativos, debes pero para lo positivo parece que tu mente está más rezagada. Tu imaginación es una poderosa herramienta, utilízala bien.
4. Intuye: Permite también que tu intuición sea la que te guíe a la hora de tomar una decisión, pues es una brújula interna que no se equivoca nunca.
5. Actúa: “Si quieres resultados nuevos, haz cosas nuevas”. Si no has conseguido el resultado que esperabas, no puedes continuar actuando como hasta ahora, debes hacer cosas distintas. Los resultados dependen directamente de tus acciones.