¿Qué tipo de persona eres cuando pasas por un mal momento?

La psicóloga Patricia Ramírez Loeffler explica que ante los problemas de la vida hay dos caminos claros: sucumbir o crecerse. El objetivo es escoger el segundo camino. ¿Has pensado alguna vez cómo te comportas ante la adversidad? ¿Sueles estar deprimida o afrontas los hechos con la mejor de las actitudes? Descubre qué tipo de persona eres.

Avinagrada. Sí, esas personas que siempre se quejan de todo, con o sin razón. Dirigen toda su energía a lo que no funciona y a contrastar continuamente con ejemplos propios y del vecino, lo mal que está el mundo y el futuro desolador. No sólo se contaminan ellas, sino que contaminan a los demás. La culpa de lo malo en sus vidas es de lo que ocurre ahí fuera, de la sociedad, de lo que sea, pero nunca de ellas. Así es fácil perder el control y tener la sensación de estar perdida y sin recursos.

Victimista. Muchas personas se dedican a quejarse y lamentarse sobre lo sufrido, lo injusta que ha sido la vida con ellas, hablan y hablan de todo lo que no funciona y de la mala suerte que tienen. Invierten tanta energía en la queja que no les queda fuerza para buscar soluciones.

Pasiva. No se quejan, no hablan, ni expresan cómo se sienten. Interpretan los avatares de la vida como algo que les viene dado, una especie de destino. Un destino que no está en sus manos. Se limitan a esperar que éste coja otra dirección y les traiga la fortuna. No buscan soluciones, no interactúan con su problema, sólo esperan.

Resiliente. Son capaces de reinterpretar, analizar, tomar decisiones y volver a levantarse después de un golpe. Entienden los baches como parte de la aventura de la vida y los problemas son misterios que hay que resolver. Los sufren como cualquiera, pero siguen avanzando. El problema es una motivación más para seguir luchando, una experiencia de la que sacan un aprendizaje y una situación con la que hay que aprender a convivir.