Levantarse de la cama, desayunar rápidamente, coger el transporte público lleno de gente: empujones, agobio, prisas, caras de sueño? El ritmo de vida que llevamos hoy en día es muy ajetreado, sobre todo en las ciudades, y puede provocarnos estrés, ansiedad, depresión, inestabilidad emocional y hasta acelerar nuestro envejecimiento. El ritmo acelerado junto a la falta de tiempo de ocio son factores que hacen que nos olvidemos de lo más importante: nuestro bienestar.
De la misma manera que recargamos la batería de nuestro teléfono móvil cada día, también debemos recargar nuestra energía y vitalidad. ¿Cómo? Sencillo: dedica un tiempo diario a relajarte y a hacer actividades que te hagan sentir bien. Esto puede traducirse de distintas formas: meditación, yoga, deporte, lectura, pintura, música? Lo importante es que este tiempo sea sólo para ti y te permita desconectar de las preocupaciones y el estrés.
Aunque sólo sean cinco minutos de reflexión e introspección, a largo plazo este breve periodo de tiempo diario tendrá un efecto muy beneficioso en tu salud y en tu vida. No sólo te ayudará a liberar energía acumulada, con lo que se reducirá el estrés, sino que también te sentirás mejor contigo y permitirá que recuperes el bienestar y el equilibrio natural de tu cuerpo.
Reserva unas horas del día sólo para ti
La falta de tiempo y un ritmo de vida muy ajetreado nos impiden dedicarnos tiempo a nosotros y esto puede acarrear algunos problemas psicológicos.
Tiempo para tí
