Existen numerosos factores de riesgo para los trastornos mentales, algunos que no dependen de nosotros, como la predisposición genética, y otros en los que, en cambio, tenemos mucho que hacer.
Pasamos un tercio de nuestro día en el empleo, eso si trabajamos 8 horas y no extendemos nuestra jornada ni un minuto más. Por eso es que las empresas son uno de los principales actores en lo que a cuidar nuestro bienestar mental se refiere.
Son las responsables de reducir las posibilidades de que el estrés, la ansiedad o el burnout (síndrome del empleado quemado) mermen la salud de los empelados hasta el punto de desarrollar enfermedades físicas o psicológicas. Enfermedades como la depresión, la diabetes, problemas cardiovasculares o musculares generalizados podrían reducir su incidencia si se abordase la tensión laboral como es debido, tal como señala un estudio publicado en la revista Molecular Psychiatry.
El estrés genera tal cantidad de cortisol que nos puede causar cefaleas, diarreas, vómitos, hipertensión o angina de pecho
Según la psicóloga de Dime Bienestar Mª Ángeles Bermejo, especializada en psicología del trabajo y las organizaciones y en coaching, nadie muere por estrés como causa directa, pero cuando este se cronifica, “genera tal cantidad de cortisol en nuestro cuerpo, que sí nos puede causar muchas lesiones, como cefaleas, diarreas, vómitos, hipertensión, angina de pecho, y una larga lista, sin olvidarnos del suicidio”. El problema es que “no somos capaces de percibir este tipo de riesgos como peligrosos”.
Y es que la Prevención de Riesgos Laborales no solo debería centrarse en los daños físicos que podría causarnos nuestro empleo, sino también en los riesgos psicosociales, que como explica la psicóloga Bermejo, son “riesgos graves” como el estrés crónico o los trastornos de ansiedad. Además, la salud mental es importante no solo por el bien de las personas, también por el de la empresa: “La salud mental o, mejor dicho, la falta de esta, es la gran causa del absentismo, aunque esté (que muchas veces lo está) disfrazado de otro tipo de patología” afirma Bermejo.
¿Qué problemas de salud mental son los más comunes a consecuencia del trabajo?
La ansiedad, el estrés, el burnout o síndrome del trabajador quemado y el acoso laboral. Pero no podemos olvidar que muchas veces los problemas que tenemos en casa, también los llevamos al trabajo. No son problemas derivados o a consecuencia de la faena, pero sí nos afectan a la hora de realizarlo.
¿Por qué es importante que las empresas tengan en cuenta la salud mental de sus trabajadores?
Seguro que lo has escuchado muchas veces, pero así es: un empleado contento, es un empleado productivo. A mayor satisfacción laboral, mayor es el rendimiento de los trabajadores. En condiciones normales, pasamos un tercio de nuestro día en la faena, por lo tanto, 8 horas, si no son más, a disgusto, se hacen interminables. Si el trabajador está de mal humor, más irritable, aumentan los conflictos y se trabaja sin ganas, se pierde la concentración y se trabaja muchas veces de forma automática, eso hace que aumente la probabilidad de que ocurra un accidente laboral, aumenta el índice de absentismo y la calidad del trabajo es menor.
¿Es común que los trabajadores cuenten con asistencia psicológica en la empresa?
No. Es verdad que las empresas cada día se preocupan un poquito más por la salud mental de los empleados, aunque todavía queda mucho camino por recorrer. Seguro que ya hay alguna que cuenta con psicólogo en su plantilla, pero no es lo habitual.
Las mutuas sí cuentan con psicólogos, pero el empleado no accede a éstos si no es porque ya está de baja. Por lo general, tienen una serie de sesiones estipuladas y una vez las completan, o vuelven a trabajar o continúan con la baja, pero dejan de asistir al especialista de la mutua.
Por desgracia, la salud mental sigue estando muy estigmatizada. Nadie ve mal que un empleado se coja la baja por una lumbalgia, porque se ha hecho una herida, porque ha tenido un accidente de tráfico, etc. Es lo normal, debe recuperarse. Pero si un trabajador coge la baja por ansiedad o depresión, empiezas a oír comentarios como: “Fulanito es una jeta, si trabajase más no tendría tiempo de deprimirse, es que quería unas vacaciones” y cosas de ese estilo. El problema, es que esto no solo ocurre en el mundo laboral, sino en la sociedad en general.

Si en las compañías se preocupasen por el bienestar emocional de sus trabajadores, ¿estos problemas se reducirían?
Por supuesto. Si se preocupasen por conocer los problemas reales que un empleado tiene en su puesto de trabajo, podrían mejorar sus condiciones y se reducirían estos problemas.
Es cierto que cada persona tiene unas necesidades distintas, pero sí hay muchas que son comunes. La excesiva carga de faena, los bajos salarios, la falta de motivación, los conflictos o la ausencia de incentivos son las causas más comunes del estrés laboral. Ahí es donde la compañía debe actuar, conociendo qué cosas preocupan a sus empelados y ofreciendo soluciones dentro de sus posibilidades.
Muchas veces oyes por parte de los empresarios que no se puede subir el sueldo a todo el mundo, que la faena es la que es, que estamos en pérdidas y no podemos invertir en determinadas cosas, etc. Pero la mayoría de las veces no han escuchado primero a los trabajadores. Hay veces que la solución es mucho más fácil y económica de lo que se piensan, pero para eso primero hay que conocer cuáles son esas necesidades. La verdad es que se sorprenderían.
¿Cómo crees que se debería de abordar el cuidado de la salud mental de los empleados por parte de una compañía?
Hay un sinfín de cosas que se pueden hacer. Talleres de gestión de emociones o de habilidades sociales, por ejemplo. Con este tipo de talleres se les dan herramientas a los trabajadores para poder enfrentarse a su malestar, a sus frustraciones, les ayuda a gestionar sus emociones y sentirse mejor.
También programas de premios (por pequeños que sean) por buenas prácticas, competiciones deportivas o jornadas lúdicas, precios especiales o descuentos en determinados comercios (gimnasios, guarderías…), becas de estudio para hijos de empleados, etc.
Según mi opinión, todas deberían contar con un especialista que pudiese atender a los empleados, no solo cuando estos tienen problemas, sino también a modo preventivo. Programas de atención al empleado con sesiones de coaching, de terapia, de mediación laboral, lo que el empelado necesite.

¿Es el bienestar mental el gran olvidado también en las empresas?
Rotundamente sí. Los riesgos psicosociales no son percibidos como riesgos graves por la mayoría de las compañías. Por supuesto no todas, pero la gran mayoría sigue dando prioridad a otras cuestiones por encima de los riesgos psicosociales.
La Prevención de Riesgos laborales en general, cuesta mucho de entender en nuestro país. Por desgracia, no tenemos una cultura preventiva, somos más de curar que de prevenir. Es cierto que hace unos años se hacían cosas que hoy en día son impensables, como trabajar a 10 metros de altura sin protección y cosas por el estilo. Con los años, gracias a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (y muchas sanciones por parte de la inspección de trabajo), las empresas y los trabajadores entienden que, si no ponen determinadas medidas, pueden acabar muriendo en un accidente laboral. Es una relación causa/efecto, muy directa: caída/muerte.
¿Poco a poco esta tendencia está cambiando?
Sí, antes lo único que se buscaba era ser indefinido, tener una estabilidad. Hoy en día, se valoran muchas otras cosas de un trabajo antes que ser indefinido o no, incluso antes que el sueldo. Los beneficios sociales, la flexibilidad, el buen ambiente, el reconocimiento personal, etc. Todo ello se acerca a ese bienestar laboral que todos buscamos.
Por suerte, las compañías, también se están dando cuenta de ello y sí hay cada vez más empresas que se preocupan por el bienestar psicológico de sus empleados. Cada vez es más común que las empresas contraten los servicios de consultoras para hacer formaciones de soft skills (empatía, inteligencia emocional, resolución de problemas, resiliencia, creatividad, comunicación, liderazgo…) y procesos de coaching, pero estas no siempre cuentan con especialistas que, para mí, si hablamos de bienestar de la mente, es fundamental.
El bienestar de la mente, tal como explica la psicóloga Bermejo, continua muy estigmatizado, pero poco a poco hemos conseguido hablar cada vez más de él y lo que supone. Pero, ¿por qué todo el mundo habla ahora de salud mental? Pues porque los datos son alaramantes. Según la OMS, una de cada cuatro personas padece o padecerá un problema de salud mental a lo largo de su vida. Tratarlos es importantisimo, por eso existen plataformas cada vez más preocupadas por el bienestar de todos, como Dime Bienestar, donde tanto personas como empresas tienen un hueco para cuidar de ellos mismos y de los suyos.