Insomnio la noche previa, sudoraciones, taquicardias, sensación de no poder respirar, desmayos? esto son los síntomas más comunes que sufren las personas que tienen pánico a volar.
Surge por malas experiencias previas, por tener conocimiento de accidentes de aviación o por contagio, es decir, por estar rodeado de otras personas o familiares que tienen fobia a los aviones. Situaciones de estrés generalizado también pueden desencadenar una crisis ya que las personas que lo sufre están en constante estado de alerta. Si se está atravesando una crisis personal, duelo o enfermedad o se padece un problema auricular, vértigos o mareos también se puede desarrollar este miedo.
Claves para superarlo
Los centros especializados en superar la fobia hablan de desensibilización progresiva, no de curación, pero sus técnicas sí logran que el 90 por ciento de los individuos logren volar con más tranquilidad.
Suelen consistir en ofrecer información, como por ejemplo, comprender que las estadísticas indican que se trata del medio de transporte más seguro, con menos accidentes y menos víctimas mortales. También se explica el manejo de un avión y el trabajo de los pilotos así como se enseñan ejercicios de respiración, relajación, visualizaciones y control de los pensamientos catastróficos.
En algunos casos, puede ser necesaria la administración de fármacos inhibidores de la recaptación de la serotonina. Suelen darse en personas que sufren ansiedad y que puede agravarse si tienen que volar. Se recomienda, por otro lado, que estas personas realicen ejercicio físico que ayude a regular su condición. El yoga o cualquier otra actividad pueden mejorar el estado del paciente.
Los pasajeros frecuentes podrían acabar desarrollando una fobia si acumulan sustos. Estos también pueden beneficiarse de los cursos para superar el miedo a volar ya que pueden otorgarles herramientas para hacer frente a estas situaciones sin que estas se conviertan en un trauma.
¿Se puede superar el miedo a volar?
El miedo a volar es una de las fobias más frecuentes en la población. Existen cursos que, si bien no curan, sí ayudan al paciente a poder coger un avión con más tranquilidad y no renunciar a visitar otros países.
