Nos ponemos nerviosos en las colas, los atascos, nos aburrimos rápidamente? la inmediatez que han proporcionado los smartphones e internet a nuestras sociedades a menudo atenta contra la tranquilidad y la paciencia. Un buen hobby para practicar esta habilidad es la pesca, porque se trata de una actividad que requiere que estemos quietos y en silencio esperando que los peces piquen.
Quienes estén acostumbrados a tener el control o, en todo caso, quieran tenerlo, pueden aprender mucho con esta actividad. No podemos controlar a los peces para que acudan al anzuelo: solamente podemos confiar en que, si somos pacientes, puede que alguno pique y, mientras, lo mejor es estar tranquilos y relajados. En la vida ocurre lo mismo: si nuestro tren llega con retraso, no podemos hacer nada más que esperar, y es preferible hacerlo sin ponernos nerviosos.
Pescar, pues, nos enseña a renunciar a tener el control cuando es imposible que lo tengamos, cuando lo que ocurre no depende de nosotros. Por ello, algunos aficionados a la pesca no hablan de paciencia, sino de perseverancia. Si tras horas esperando no consiguen nada, deciden probar diferentes técnicas y utensilios. Eso sí, no sin antes haberle dado una oportunidad bastante larga a la primera estrategia.
Ser más pacientes pescando
Si nos acostumbramos a tener el control y a conseguir lo que queremos inmediatamente podemos perder la paciencia. Pescar es una buena manera de recuperarla.
