El cerebro no desconecta cuando dormimos. De hecho, durante el sueño se llevan a cabo unos procesos por los que se fija la memoria y los recuerdos. Es más, los expertos están viendo que incluso se toman decisiones, solo que no somos conscientes.
Un trabajo realizado por investigadores de la Escuela Normal Superior de París llevó a cabo un experimento en el se pidió a un grupo de participantes que categorizara determinadas palabras, por ejemplo, gato como animal y sombrero como objeto. Para determinar si eran uno u otro debían presionar el botón de la izquierda o de la derecha.
Posteriormente, se hizo la misma prueba cuando los participantes dormían aunque no se esperaba que pulsaran ningún botón. Se observó, sin embargo, que aunque ellos no eran conscientes, su cerebro sí se preparaba para responder optar por opción u otra. Esto pudieron averiguarlo gracias a las pruebas de imagen que pueden mostrar qué áreas del cerebro se activan.
Por ejemplo, si el individuo decidía que iba a pulsar el botón derecho, se activaba el hemisferio izquierdo del área motora del cerebro y a la inversa. Aún así, estos mismos participantes, una vez despiertos, solo recordaban las elecciones que habían tomado mientras eran conscientes.
Este estudio podría avalar la teoría de que siempre que haya que tomar una decisión importante, es mejor consultarlo con la almohada. Es decir, dormir para que el cerebro suavice las emociones negativas y, al día siguiente, no pensarlo demasiado y dejar que sea el inconsciente quién decida por nosotros. Así al menos lo sugiere otro un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Duke y publicado en la revista Psychological Science.
Sí, lo consultamos con la almohada
Dormir y dejar que sea el inconsciente quien tome la decisión es una apuesta segura para dar con la opción correcta.
