La salud mental y emocional se ha convertido en un grave problema en nuestra sociedad. Tanto es así que muchos ya la catalogan como la pandemia silenciosa que afecta a millones de personas en de puertas para adentro: depresión, ansiedad, estrés, esquizofrenia, trastorno bipolar...
De todos los problemas, sin duda, la ansiedad se ha instaurado en las conversaciones del día a día como un grave peligro. Cada vez más personas hablan abiertamente de las limitaciones que sufren por este trastorno y lo que conlleva y, afortunadamente, cada vez hay más formas de calmarla.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es "una respuesta psicofisiológica que prepara nuestro organismo para enfrentarnos a un posible peligro", explican Tais Pérez y Sergio García, psicólogos y autores del libro Tu ansiedad bajo control.
Como ellos mismos explican "sabemos que empieza a ser un problema cuando el malestar subjetivo es muy intenso, se mantiene en el tiempo y la ansiedad limita nuestra vida".

Principales síntomas
Al tratarse de un problema en el que influyen las emociones, algunos síntomas pueden ser diferentes según las personas, pero en general los más comunes son:
- Taquicardia
- Sudoración
- Sensación de ahogo
- Boca seca
- Nudo en el estómago
Diferencias entre ansiedad y estrés
Junto con ella, el estrés es el otro gran problema del mundo moderno, pero ¿cómo podemos diferenciarlos? Tais y Sergio explican que "el estrés es una valoración subjetiva en la que las demandas del entorno superan los recursos, estrategias y herramientas que tenemos. Y la ansiedad es una respuesta psicofisiológica de lucha o huída que prepara nuestro organismo para enfrentarnos a un posible peligro".
Por lo tanto, la segunda es la respuesta más común asociada al estrés, pero no la única.

Ansiedad: de natural a incapacitante
La ansiedad es "una respuesta natural de lucha-huida donde todos sus efectos están dirigidos a combatir o escapar del mismo", explican Tais y Sergio. Por tanto, el ser humano la necesita de forma inherente para su supervivencia.
De hecho, ambos psicólogos aseguran que "es una respuesta que sentimos todos los días, todas las personas. Se la conoce con distintos nombres; angustia, nervios, inquietud... que forman parte de la cara de la misma moneda. Por eso sí debemos decir a la ligera “tengo ansiedad” si la reconocemos. Otra cosa es distinguir entre sentir y sufrir ansiedad".
Y ahí está la clave. Cuando esta respuesta o sentimiento natural no se gestiona de la manera adecuada en el día a día "limita y hace sufrir a las personas en distintas áreas de su vida (pareja, amistad, trabajo, ocio) al tomar decisiones basadas en evitar esa angustia y no en la conveniencia o no de hacer determinadas actividades o tareas", comentan Tais y Sergio.
Por tanto, cuando algo natural pasa a condicionarnos y limitarnos nuestro día a día es cuando podemos decir que sufrimos un trastorno de ansiedad.
Cómo controlar la ansiedad
Para poder mejorar la situación, "no solo es importante cuidar la alimentación, sino todos los pilares básicos de una vida saludable: dedicar tiempo al ocio, hacer deporte y cuidar la calidad del sueño", sentencian Tais y Sergio.
Por supuesto, la ansiedad es algo muy personal, y su tratamiento también, por lo que depende del tipo y grado que se tenga, así como los factores que acompañen a la persona, pero siempre será bueno acudir a un buen psicólogo. Por ejemplo, hay personas que aseguran que hacer manualidades les ayuda a calmar la ansiedad, mientras que para otras eso puede generar el efecto contrario.