Seguro que alguna vez te ha pasado. Has ido de viaje al extranjero y, a pesar de conocer el idioma, cuando vas a comunicarte con alguien, te has quedado en blanco. O más común aún, has empezado a titubear, dudando de cómo se dicen muchas cosas que conoces hasta que llegas a sentirte muy inseguro.
A este factor emocional negativo se le denomina ansiedad lingüística y se suele manifestar al usar un idioma extranjero. ¿Sabías que el componente emocional incide, en gran medida, al aprendizaje? Y si le añades que soportas un momento de ansiedad generalizada o falta de autoestima, esta afectación será más propensa.
Como CEO de ELEInternacional (escuela online de profesores de español como lengua extranjera ELE) y Conversa Spanish Institute (academia situada en Valencia para aprender español), me he dado cuenta de la falta de información sobre esta temática. Por ello, es fundamental explicar qué es la ansiedad lingüística y cómo combatirla para perder el miedo a expresarse en otra lengua y superar, por fin, dicho bloqueo.
¿Qué es la ansiedad lingüística?
Se trata de un factor emocional negativo que se puede manifestar al usar un idioma extranjero. El principal motivo que se asocia a esta ansiedad es un sentimiento de inseguridad a la hora de expresarse delante de otros en un idioma diferente al de la lengua nativa. Por tanto, podemos decir que está estrechamente relacionada con las creencias y los sentimientos que se asientan en uno mismo al aprender una lengua.
Aunque es más habitual que aparezca en adolescentes, los adultos también pueden padecerla. Muchos sienten miedo a equivocarse y/o vergüenza al conversar en un idioma que aún no dominan con soltura.
Los temblores, el bloqueo mental, los obstáculos a la hora de comunicarse, hablar o interactuar son algunos de los síntomas comunes de la ansiedad lingüística que están impidiendo utilizar el potencial para expresarse y seguir aprendiendo. Además, al mismo tiempo, se originan barreras psicológicas que afectan a la motivación del individuo y a la confianza en sí mismo.

Claves y consejos para combatir la ansiedad lingüística
Lo más importante para hacer frente a esta ansiedad es desarrollar habilidades con las que podamos enfrentarnos a situaciones incómodas, por ejemplo, la de expresarse en una lengua que no es la propia.
En primer lugar, hay que entender que fallar es una herramienta de aprendizaje y no debemos verlo como algo negativo. De los errores se aprende, es clave promover la curiosidad y motivar a los alumnos para que hagan preguntas sin ningún miedo y con total libertad. Teniendo en cuenta esto, hay una serie de consejos que te van a resultar muy útiles si sufres ansiedad lingüística:
1. En clase
La ansiedad lingüística puede aparecer a cualquier edad. Si ocurre en la etapa infantil, los padres y los docentes deben trabajar en actividades y dinámicas afectivas que ayuden al menor a tener más seguridad y confianza. Pero si ocurre en la adultez, requerirá más implicación y compromiso por parte de la persona al recaer en él o ella su responsabilidad en el proceso de aprendizaje.
No obstante, la función del profesorado es la misma: crear entornos seguros, participativos y positivos para que los alumnos puedan expresarse sin prejuicios y con soltura. Cuando detecto casos de estudiantes con baja autoestima, los animo a reflexionar sobre todo lo que han conseguido hasta ese momento. Algunos son más tímidos y les cuesta abrirse a los demás, así que suelo plantear dinámicas de grupos para:
- Crear un sentimiento de seguridad para aumentar el nivel de confianza
- Incrementar la calidad de interacción entre los participantes
- Mejorar el grado de implicación
Además, les proporciono varios trucos para ganar tiempo cuando realizan una tarea de expresión oral y les muestro estrategias de interacción que los capaciten a transmitir que no han entendido el mensaje cuando hay una conversación en la lengua materna. Tenemos que disfrutar durante el aprendizaje y para ello es básico establecer un ambiente cómodo y relajado.

2. En casa
Mi recomendación es que en casa se integre en la rutina diaria la lengua que se está aprendiendo para así practicar el idioma fuera del aula y en otros contextos. Algunas prácticas aconsejables son:
- Escuchar pódcast de temas de tu interés de camino al trabajo en la lengua meta
- Ver películas con subtítulos e imitar el acento y las expresiones
- Cantar con el modo karaoke en YouTube y trabajar la pronunciación
- Leer libros en Kindle y buscar el significado de las palabras que no se entiendan
- Hacer ejercicios de mindfulness antes de ir a clase para así entrar más relajados y estar más abiertos a interactuar y participar con otros compañeros
No cabe duda de que cuanto más control se tenga sobre las emociones al aprender un nuevo idioma, mayor será la seguridad, la motivación y la autoconfianza y menor la ansiedad y, por consiguiente, la asimilación de esa segunda lengua se interiorizará de forma mucho más significativa.
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