Ya sea durante una reunión de equipo en el trabajo o durante una presentación en la universidad, a todo el mundo le llega el momento de tener que hablar en público alguna vez. Se puede hacer bien o se pueden cometer errores, pero el resultado siempre afecta a la percepción que las personas tienen de nosotros. Es justamente este el motivo por el cual expresarse ante una audiencia provoca tanta ansiedad y preocupación. Seguir estas tres claves será de gran utilidad para superar el momento:
1.- Admitir que se está nervioso. Es importante informar al público que se está nervioso para que así éste sea más indulgente si el nerviosismo se presenta más adelante. Además, al transmitir esta información, el conferenciante se sentirá más relajado ya que los espectadores no esperarán una clase perfecta.
2.- Utilizar recursos visuales. Al crear una presentación con diapositivas o repartir octavillas, los miembros de la audiencia repartirán su atención entre la información oral del conferenciante y la escrita. De esta forma, se puede dirigir un poco más el discurso hacia la gente que no está mirando para no ponerse tan nervioso.
3.- Hablar sólo a una persona. Uno de los factores más aterradores de hablar en público es la multitud. Por eso se recomienda dirigirse a una sola persona al hablar. Tan solo hay que elegir a alguien y dedicarle todo el discurso, como si nadie más estuviese prestando atención.
Tres claves para hablar en público
En muchas ocasiones el hecho de tener que hablar en público provoca temor y ansiedad incluso entre aquellas personas que se sienten seguras y confiadas en otras circunstancias. Estos tres trucos serán muy útiles para remediarlo.
