En la última década todos hemos aprendido qué acciones podemos mejorar a diario para contribuir a revertir los efectos del cambio climático. Evitar ir en transporte privado, reciclar, controlar el consumo de agua y energía... pero, ¿sabías que cada vez que mandas un mensaje también estás contribuyendo a aumentar la huella ambiental digital?
Parece que internet, al ser un producto no físico, no produzca ningún tipo de residuo, pero nada más lejos de la realidad. ¿Sabías que un correo electrónico emite la misma cantidad de CO2 que una bombilla de bajo consumo encendida durante 6 minutos? Un estudio de 2018 afirmaba que las infraestructuras necesarias para mantener las tecnologías de la información generan más del 2% de las emisiones mundiales y, si se el mismo ritmo, para el 2030 esta cifra podría aumentar entre tres y 10 veces.
Facebook libera al año más de 645 millones de kilos de CO2, lo equivalente a 650.000 vuelos de París a Nueva York
La solución para ayudar a mejorar la huella que dejamos en el planeta no es dejar de usar internet, sino que las empresas tecnológicas del sector apuesten por las energías renovables, contribuyendo así a la sostenibilidad entre lo que se consume y lo que se genera. De hecho, según el informe #ClickClean en 2017 de Greenpeace, algunas de las grandes empresas como Google ya se han comprometido por las energías renovables, pero en general, las plataformas de streaming -el vídeo es de lo más contaminante en el mundo digital- siguen produciendo una gran huella ecológica.
Pero también hay cosas que los usuarios podemos hacer a diario para ayudar en esta situación. La empresa de reacondicionamiento de teléfonos móviles Smaaart ha desarrollado una guía de buenas prácticas para promover el uso responsable de la tecnología. Esto es todo lo que tú puedes hacer: