Hace unos años las prendas de ropa nuevas llegaban al mercado en dos temporadas: primavera verano y otoño invierno. Sin embargo, con el consumismo actual casi cada semana aparecen nuevas prendas en las tiendas. Es lo que se conoce como fast fashion, prendas creadas en condiciones laborables inhumanas a un precio muy competitivo. ¿El precio? La salud del planeta.
Es cierto que las prendas de la slow fashion, es decir, aquella moda que se produce de manera más sostenible y artesanal, tienen un precio más elevado, pero si se tiene en cuenta la durabilidad a largo plazo, pueden ser incluso más rentables. Debido a la calidad de las prendas habituales, es normal que después de haberlas usado durante un tiempo corto se rompan o pierdan calidad, por lo que pasamos a comprar más. Sin embargo, con una prenda artesana de calidad que nos puede durar años y años, ahorramos dinero y residuos.
La industria de la moda es una de la que más residuos genera, con lo que es especialmente contaminante para el planeta. A nivel de usuarios no podemos hacer gran cosa más allá de elegir marcas y prendas más sostenibles, ya que los grandes residuos proceden de las empresas que generan productos sin parar.
Sin embargo, una forma de poner nuestro granito de arena es reciclar las prendas que ya no nos sirvan y darles una nueva vida. Se puede hacer con cualquier prenda y tejido, pero hoy nos centraremos en uno de los más conocidos: el denim o vaquero. Un tejido contaminante por la cantidad de agua y energía que se gasta para fabricarlo, pero también por los tóxicos que contiene. Por eso, te proponemos varias ideas para reutilizar tus pantalones vaqueros u otras prendas denim cuando ya no vayas a usarlas más.