Una mujer que utilice compresas durante su periodo gasta de media más de 8.000 en su vida. Si prefiere los tampones, la cifra sobrepasa los 6.000. Y, si utiliza protegeslips cada día, tirará a la basura más de 20.000 protectores diarios. Todos ellos, productos que, junto a sus envoltorios, aplicadores y tiras adherentes, no son reciclables y tardan más de 300 años en descomponerse.
Si tenemos en cuenta que menstruamos durante los 40 años aproximados que dura nuestra vida fértil, y que las mujeres representamos más de la mitad de los habitantes del planeta, el montón de basura que podemos llegar a generar entre todas es absolutamente abrumadora e insostenible. Súmale a eso, además, los pañales de los bebés y los de todas las demás personas que los utilizan a diario. Una auténtica locura.
Y es que, desde que arrancó la revolución industrial y se implantó la cultura del usar y tirar un tiempo después, la cantidad de residuos que cada uno de nosotros generamos no ha parado de crecer año tras año, llegando a cantidades colosales con consecuencias deplorables para la salud de nuestro planeta, que tristemente todos conocemos.
Desde océanos inundados de plástico a la contaminación y destrucción de hábitats naturales y de ecosistemas, el usar y tirar nos está llevando hacia un callejón sin salida.
¿La solución? Conciencia y acción ambiental. Es decir, reducir, reutilizar y reciclar. Y hacerlo en todos los aspectos de nuestra vida, desde la alimentación, pasando por la ropa, los electrodomésticos, el uso de la energía y, por supuesto, los productos de higiene íntima.
Evita plásticos y productos químicos en tu higiene íntima
Son muchas las mujeres que han sufrido alguna vez o de forma repetida picores o alergias tanto en la vagina como en los genitales exteriores como consecuencia del uso de tampones y compresas. El motivo es el contacto de algunos componentes que pueden ser tóxicos con nuestra piel y zona íntima, como el cloro y demás blanqueantes, o los productos sintéticos o químicos que pueden ser agresivos y generar irritaciones de distintos tipos. En el caso de los tampones convencionales, elaborados con rayón (una fibra artificial hecha a base de celulosa), pueden perder algunas fibras, desprendiendo así partículas sintéticas dentro de nuestra vagina o provocando complicaciones más graves como el síndrome de shock tóxico, asociado sobre todo al uso de tampones superabsorbentes.
El primer paso para revocar este triste panorama que no beneficia ni nuestra salud ni la del planeta es utilizar compresas, tampones, protectores diarios y toallitas con el sello ecológico, elaborados con algodón 100% orgánico, que sean hipoalergénicos y libres de productos químicos y que su proceso de producción nos asegure un sistema sostenible. Pero, el paso definitivo es el de optar por soluciones zero waste, es decir, por aquellas que no generen ningún tipo de residuo más allá, por supuesto, de nuestra sangre menstrual.
En esta categoría premium de la sostenibilidad en los productos de higiene íntima femenina encontramos las compresas y braguitas reutilizables y, por supuesto, nuestra opción favorita: la copa menstrual.
Beneficios de la copa menstrual
Estamos tan convencidas de que ésta es “la solución” que seguro que no nos costará nada convencerte a ti también para dar el paso. Las copas menstruales de INTIMINA son la gran alternativa saludable y ecológica a los productos de higiene íntima femenina desechables, ampliamente recomendada por ginecólogos y expertos en salud pélvica:
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Está fabricada en silicona médica 100% hipoalergénica, compuesta principalmente por silicio y arenisca, dos minerales muy abundantes en la naturaleza
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Es inocua para la salud y no genera irritaciones, picores ni alergias, ya que no contiene tóxicos ni ftalatos y respeta el equilibrio de la flora vaginal
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Es cómoda y de fácil aplicación: no te darás cuenta de que la llevas puesta y puedes incluso dormir con ella
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Es ergonómica: es ultrasuave y forma un sellado con las paredes de la vagina, que asegura que la copa no se mueva ni se desborde el fluido menstrual
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No genera ningún residuo
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Es reutilizable: tiene una vida útil de hasta 10 años, lo que se traduce en un importante ahorro económico. De media, una copa menstrual nos costará 3 euros al año.
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Te ayuda a reconectar con tu cuerpo y tu feminidad ya que, al ser de uso interno y de aplicación manual, te permitirá ver y controlar la cantidad y el color de tu flujo menstrual
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Es adecuada para prácticamente todas las mujeres, desde la primera menstruación y hasta más allá de la menopausia, a excepción de aquellas que tengan la vagina invertida.
¿Se puede pedir más? Sí, que sea plegable y más discreta. Pues deseo concedido con la nueva Lily Cup Compact de INTIMINA.
Lily Cup Compact, Producto sostenible del año en los V Premios Objetivo Bienestar
Lily Cup Compact, Producto sostenible del año en los V Premios Objetivo Bienestar
INTIMINA, la marca sueca de productos dedicados en exclusiva al cuidado femenino y a los aspectos de la salud íntima de las mujeres, ha dado un paso más allá en el diseño de copas menstruales. Con el lanzamiento de Lily Cup Compact al mercado, ha perfeccionado todavía más esta alternativa ecológica sumándole a todos los beneficios que os describíamos, un nuevo diseño elegante y plegable dentro de un estuche protector, perfecto para llevarla de viaje o donde necesites, y que cabe en un bolsillo.
Con un borde flexible que se adapta cómodamente a más tipos de cuerpos, se trata de una nueva copa menstrual que se abre fácilmente y que permite insertarla de forma rápida y sencilla. Además, cuenta con dos tamaños: uno pensado para mujeres que no han tenido hijos o que los han tenido por cesárea (A) y, el otro, para el post parto vaginal (B).
En resumen, para nosotras, ésta es la solución definitiva. La más saludable, la más sostenible y la más elegante. Tres valores que le han merecido de forma indiscutible el reconocimiento como Producto sostenible del año en los V Premios Objetivo Bienestar. ¡Esperamos que te guste y que la uses tanto como nosotras!
