Pensar en los juguetes nos conecta de inmediato con ese primer avioncito de papel que alguien construyó para nosotros. Con el tiempo, aprendimos a hacerlo por nosotros mismos. Luego llegaron las Navidades, los cumpleaños y otras celebraciones en las que recibíamos regalos por un tubo. ¡Envoltorios y más envoltorios!
Ahora, en plena ola medioambiental, muchos adultos se plantean cómo revivir en sus hijos o sobrinos el espíritu de lo natural y “lo verdadero”, dejando atrás el consumo desmedido de muñecos, la mayoría de los cuales acaban en vertederos por los que se asoma la cabeza de un peluche que ya no les gusta nada de nada. Así que sí, la cultura del usar y tirar que tanto afecta a nuestro planeta, también pasa por el sector juguetero. Ya ha quedado claro que el efecto nostálgico ‘Toy Story’ no solo ocurre en la gran pantalla. Pero ¿cómo apostar por un modelo alternativo en el ámbito de la juguetería?
Lo primero es conocer que, desde 2019, la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) premia la sostenibilidad. De hecho, fue en ese mismo año cuando se reveló la incorporación de tres nuevas categorías en los premios que celebra. Y, redoble de tambores, porque una de ellas reconoce el mejor juguete para un mundo más sostenible. Esto ya nos lleva a pensar que, desde entonces, muchas firmas jugueteras se han puesto, literalmente, las pilas por conseguir un juguete que no solo transmita valores y fomente la imaginación, sino que sea lo más sostenible posible.
¿Qué es un juguete sostenible?
La pregunta se responde casi sola, gracias al despliegue de iniciativas que están surgiendo en materia medioambiental. Lo principal, sin duda, es que los materiales utilizados en la elaboración del producto sean lo más naturales posibles o provengan de otros reciclados.
Las materias primas naturales, no tóxicas y biodegradables forman parte de las alternativas al juguete recubierto con elementos plásticos.
Las materias primas naturales, no tóxicas y biodegradables forman parte de las alternativas al juguete recubierto con elementos plásticos que desde hace décadas lleva comercializándose. Sin embargo, no siempre fue así. Ya sabemos que hace siglos cualquier elemento de la naturaleza; una piedra, dos ramas, eran suficiente para pasar un buen rato.
Más cerca de nosotros incluso. ¿A caso la Rayuela o la comba no son de los primeros juegos que nos enseñan a disfrutar de nuestro tiempo libre? ¡Y es tan poco lo que se necesita! Sin embargo, la tendencia consumista a lo largo del XX, y principios del XXI, ha influido en el número de menores que ya padecen el síndrome del niño hiperregalado. Es decir, niños consentidos, que como indica el sociólogo Francesc Núñez, "no aprecien los regalos, pierdan la ilusión y se vuelvan caprichosos, egoístas y consumistas".
Diversión natural y ecológica
Para los niños de hoy en día, los llamados generación Alfa (nacidos a partir del 2010), ya se buscan otras vías de diversión relacionadas con lo natural. Son muchos los padres que buscan en su memoria hasta dar con ese juguete tradicional, hecho de madera, que a ellos les sirvió en la infancia y que ya quieren utilizar para sacar a sus hijos del bucle de las pantallas.
Lo más interesante, si muchas más firmas se suman a este tipo de investigaciones en materiales eco, es la cantidad de emisiones de CO2 que se podrían reducir y que solo hacen que aumentar la temperatura de nuestro planeta. El llamado calentamiento global nos está anunciando que el mundo es finito. Pero, la idea de mejorar nuestra relación con planeta es, en ocasiones, algo que todavía se queda en el ámbito de los adultos.
Más peligroso que el greenwhasing es no saber transmitirles a los más pequeños el gran legado: que ellos también deberán cuidar del medioambiente. Quizá, pasarlo bien desde una edad temprana con juguetes ecológicos, concebidos con respeto por el ecosistema y que ellos lo sepan, es una forma de ayudar a los menores a disfrutar del presente, pero también a pensar en un futuro que obligatoriamente ya pasa por la conciencia medioambiental. Por eso hemos seleccionado una serie de juguetes sostenibles y ecológicos para cuidar del planeta y de tu hijo: