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Plasticultura: el sector agrícola, a la cabeza en el consumo de plástico

La contaminación y la introducción masiva de microplásticos en nuestra tierra, con sus aditivos tóxicos de alta durabilidad, altera nuestros suelos provocando un grave impacto en nuestra alimentación, salud y ecosistemas. Nos preguntamos, ¿es posible reducir el impacto de estos plásticos en nuestro día a día? ¿Nos hemos convertido en "plastívoros"?

Plasticultura el sector agrícola a la cabeza en el consumo de plástico
Plasticultura el sector agrícola a la cabeza en el consumo de plástico
Sara Roqueta

Periodista

Ya hace tiempo que nos llama la atención el hecho de que, para vender unas manzanas, haya empresas que decidan envolverlas con capas de plástico, en lugar de apostar por otros formatos más sostenibles. Esta imagen, que todavía hoy podemos ver en numerosos supermercados, tiene ya los días contados. A mediados de septiembre se anunció por fin que la venta de fruta y verdura en envases de plástico estará prohibida en las tiendas de barrio y los supermercados de España a partir de 2023. Una medida que deja entrever la necesidad de cambiar nuestros modelos de producción y consumo si queremos salvar o, como mínimo, cuidar de nuestro planeta durante las próximas décadas.

De hecho, aunque son muchos los estudios científicos que hablan de la cantidad de residuos que flotan en el mar y los océanos, los datos actuales muestran que los microplásticos presentes en la tierra son mucho más numerosos que los acuáticos. Así lo denuncia el informe Plastívoros presentado por Amigos de la Tierra y Justicia Alimentaria hace ya unos meses, y en el que se revela cómo la inmensa mayoría del plástico que encontramos en los sistemas acuáticos tiene su origen en una contaminación terrestre anterior.

Pláticos

Dicho informe señala que la contaminación microplástica en la tierra podría ser hasta 23 veces mayor que en el océano y apunta que, de hecho, aproximadamente el 80% de la contaminación por microplásticos en el océano proviene de la tierra.

En el Estado español se producen casi 4 millones de toneladas de plástico al año

Si lo pensamos a escala general, y tenemos en cuenta que en España se producen casi 4 millones de toneladas de plástico, ¿cómo puede ser que se mantengan durante tanto tiempo degradando los ecosistemas a su paso? La clave del éxito la revelamos no hace mucho tiempo, cuando hablábamos de los aditivos químicos que se añaden en el proceso de producción y que confieren características diferenciadas que hacen posible la infinidad de usos que conocemos, así como su durabilidad en la tierra.

El problema de estos aditivos químicos vuelve a ser el mismo: su toxicidad. Entre estos más de 4.000 aditivos que se añaden al plástico, se encuentran sustancias tóxicas, persistentes y bioacumulativas con efectos perjudiciales para la salud y para el medioambiente. ¿Lo peor? Cuando los micro y nanoplásticos acaban en nuestro organismo, llegando a él a través de la piel, del aire que respiramos o de todo aquello que ingerimos. De hecho, los nanoplásticos son capaces de introducirse en las células y provocar cambios al bloquear o alterar procesos celulares.

Según datos del informe presentado por Justicia Alimentaria, estamos consumiendo alrededor de 2.000 pequeñas piezas de plástico cada semana, aproximadamente 21 gramos al mes, poco más de 250 gramos al año.

Ingerimos 5 g de plástico a la semana, el peso equivalente a una tarjeta de crédito

No es conveniente suponer que todas esas toneladas de plástico que se acaban inyectado en nuestros suelos son inocuas; al contrario, afectan significativamente a los ecosistemas y la salud de la población. Nuestro sistema alimentario se está viendo interferido por miles de toneladas de plásticos que directa o indirectamente llegan a nuestro cuerpo y afectan a nuestra salud” afirma Jordi Menéndez, responsable de acciones de Justicia Alimentaria.

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"Quizás no lo sepas, pero comes plástico a diario", reza el lema de la campaña lanzada por Amigos de la Tierra y Justicia Alimentaria.

El sector agrícola: el que más plásticos consume

Ahora bien, ¿de dónde viene toda esta cantidad de pequeñas partículas de plástico que se acumulan en la tierra y viajan hasta el mar? A pesar del creciente movimiento ecologista, la industria de hoy en día todavía utiliza de forma masiva el plástico en la producción de mercancías, objetos o alimentación. Las alternativas biodegradables no son la prioridad de grandes firmas y multinacionales.

¿Te suena la "plasticultura"? Pues bien, se trata del sector que más consumo de plásticos presenta actualmente, es decir, el agroalimentario, con un 25% del total.

Uno de cada cuatro kg de plásticos usados en el Estado español está relacionado con los alimentos, y un 6% corresponde a la producción agrícola

Solo en España, estamos hablando de más de 220.000 toneladas anuales de plasticultura. Si transformamos esa cifra en algo más visual, por ejemplo, en bolsas de plástico, obtenemos que el sector agroganadero utilizaría 40.000 millones de bolsas de plástico que, extendidas en el suelo, corresponden a la superficie de la Comunidad Autónoma de Madrid.

¿Es posible un sistema agrícola sin plástico?

Mientras que miles de personas hacen uso de la cosmética sólida o de los productos de origen artesano y sostenible, frente a ese intento diario por reducir nuestra huella ecológica, a día de hoy la contaminación crece exponencialmente en lugares que no dependen tanto de la ciudadanía como de las grandes empresas.

Un claro ejemplo lo encontramos en la producción de frutas y verduras. El actual sistema alimentario, basado en una agricultura industrial y globalizada, parece inimaginable sin plástico. Pensemos que todos los sistemas de riego, invernaderos y túneles están hechos de este elemento; las redes de plástico mantienen a las aves fuera de los árboles; campos enteros están cubiertos con láminas para calentar el suelo y extender la temporada de cosecha. ¿Te haces ahora una idea de la cantidad de plástico que se utiliza para hacer esas manzanas que luego, una vez más, llegarán a tus manos con un packaging recubierto de plástico?

No obstante, “todo parece indicar que la mayor puerta de entrada de microplásticos a los suelos agrarios — más allá de los residuos generados por la misma actividad agrícola— se encuentra en el uso de los lodos de depuradora como fertilizante. La práctica totalidad de los microplásticos arrastrados por la actividad doméstica, industrial o agraria acaban en los lodos de depuradora y, de ahí, la inmensa mayoría son vertidos a los campos agrario”, explican desde Justicia Alimentaria y Amigos de la Tierra.

A nivel estatal, esto corresponde a más de 17.000 toneladas anuales de microplásticos vertidos en nuestros suelos agrarios. Lo que equivale a más de 3.000 millones de bolsas de plástico de supermercado

Por último, queremos reflexionar contigo sobre las posibles alternativas ante la ya evidente emergencia climática. Ahora que sabemos la gran cantidad de sustancias tóxicas que contienen los aditivos químicos que se añaden al plástico, ¿cómo reducir su incidencia en nuestra sociedad? Las organizaciones quieren hacer un llamado a incorporar las siguientes propuestas políticas:

  • Poner en marcha medidas para reducir de forma drástica la cantidad y toxicidad de los plásticos que se ponen en el mercado, incluyendo la prohibición del uso de substancias potencialmente nocivas en la fabricación de plásticos, así como de materiales y productos no reutilizables o reciclables al 100%.
  • Marcar objetivos reales para la reducción de plásticos en todos los sectores. En concreto en la agricultura, con medidas de apoyo para que el sector agrario realice esta transición.
  • Establecer objetivos de reutilización ambiciosos, por ejemplo un 70% en envases de bebidas para 2030, y apostar por sistemas eficientes para lograr estos objetivos tales como el sistema de Depósito, Devolución y Retorno de Envases.
  • Asegurar una buena prevención y gestión de los residuos por parte de que las empresas que producen y distribuyen plástico. Por otro lado, no permitir falsas soluciones que perpetúan el hiper-envasado y el modelo de usar y tirar, tales como los mal llamados “bioplásticos”.
Sobre el autor
Sara Roqueta

Periodismo y cultura. En ese orden o viceversa. Me introduje de lleno en los estudios comparativos de Literatura, Arte y Pensamiento y el análisis de los procesos creativos. Todavía sobrevivo. Poesía, narrativa y arte contemporáneo. Ahora redactora en Objetivo Bienestar y Revista Interiores.

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