La naturaleza ya no es solo esa montaña que hay cerca de tu provincia. Si algo nos está enseñando la Covid-19 es que, a pesar de las restricciones y los confinamientos, una siempre puede crear su pequeño hábitat natural desde casa. Plantar tomates cherry, albahaca o fresas no es solo cosa de agricultores que viven en el campo. También en las ciudades se cultiva bien y se cultiva sano. Huertos repletos de frutas y hortalizas bajo principios como el autoabastecimiento, la sostenibilidad y los productos de kilómetro 0. Nada más próximo que plantar tus propias semillas y ver cómo crecen hasta convertirse en rúcula, mostaza o calabacín. Parece que la fiebre de los huertos urbanos solo ha hecho que empezar.
Hoy, en el Día de la Tierra, ponemos el acento en los más de 20.000 huertos comunitarios que actualmente existen en España. Una tradición de cultivo que, si bien era más propia de zonas alejadas del núcleo urbano, cada vez gana mayor peso dentro de las ciudades. Querer vivir en entornos más sostenibles ya está teniendo sus consecuencias en la sociedad.
Además, con la pandemia nuestras necesidades ambientales se han hecho más evidentes. No es ninguna causalidad que las redes sociales se hayan llenado de fotos con plantas y frutos silvestres. Lo cool es tener un huerto. Hay quien cree que se nos ha ido de las manos.
Pero no solo eso, si sucede es por los múltiples beneficios que la naturaleza puede aportarnos en nuestra salud y bienestar. Una fuente de energía que nos ayuda a rebajar la ansiedad y el estrés. Y es que, ya está demostrado científicamente que la ausencia de contacto con el entorno natural provoca el conocido como Trastorno por Déficit de Naturaleza (TDN).
La escasa relación con el entorno natural, además de la necesidad de desconectar por un momento del ruido y el ajetreo, está haciendo que aumenten los huertos urbanos.
Un mapa de huertos comunitarios
Por todo ello y para avivar la llama de lo natural, la marca proveedora de productos de jardinería COMPO ha lanzado el proyecto ‘Nuestros Huertos’. La iniciativa nace como un punto de encuentro para los huertos comunitarios de España.
¿El objetivo? Totalmente novedoso en nuestro país: crear una red de huertos interconectados entre sí. Un mapa donde podremos localizar los huertos que hay en nuestras ciudades, además de poner al alcance de éstos información sobre el cultivo, mejorar el acceso a los productos para la agricultura ecológica.
La web que da cobijo a dicho proyecto ya está en marcha en www.nuestroshuertos.com y ofrecerá contenidos para fomentar al máximo la conservación de estos espacios sociales.
Más allá de ese mini huerto que puedes plantar en casa, ahora encontrarás a través de esta plataforma todos las zonas urbanas y periurbanas en las que hay un huerto. Y si tú tienes uno de ellos, entonces puedes inscribirte para formar parte de la red comunitaria.
Autoabastecimiento y sostenibilidad
Las personas siempre hemos dependido de la tierra, tanto para el cultivo de plantas medicinales como para la alimentación. ¿Por qué deberíamos dejarla de lado? Fijémonos en Rusia, donde un 40% de la comida procede de los huertos de las dachas o “casas de campo utilizadas como segunda residencia”, según las definen los diccionarios. Toda una nación de hortelanos con capacidad para ser casi autosuficientes con sus huertos.
Como curiosidad, el hecho de que Rusia sobreviviera a una posible hambruna a principios de la década de 1990 se debió en gran parte a los productos de sus dachas. Es allí donde, desde el 2003, una ley recoge el derecho a cultivar los propios alimentos en parcelas de hasta 2,75 Ha. ¿Seguirá España algún día el mismo camino?
De momento, lo que es seguro es que el consumo sostenible de alimentos de proximidad preocupa a muchas personas. Ya hemos roto la barrera del miedo y ahora cualquier persona puede comprobar las consecuencias de colocar unas pequeñas semillas de fruta en sus macetas.

Un proyecto piloto dirigido a pacientes oncológicos mediante el cual tomarán contacto con la agricultura de huerto urbano con el objetivo de potenciar el cultivo y el aumento de consumo de productos frescos.
“Queremos que el huerto sea una herramienta de aprendizaje para después practicar en casa y poder mantener así el consumo de productos frescos de manera constante. Queremos promover estilos de vida más saludables” afirma Ainhoa Marin, responsable del área de Prevención y Promoción de la Salud de la AECC-Barcelona.
Para aprovechar al máximo los espacios que están sin utilizar en ciudades y alrededores, la iniciativa pretende apostar por los huertos comunitarios donde se pueda maximizar la producción de distritos productos agropecuarios. Según Ignasi Puertas, Director Comercial de COMPO Iberia & LATAM, “preservando estos espacios, podemos continuar haciendo pedagogía sobre la agricultura de autoconsumo y el cultivo responsable y no masivo”.
El placer de cultivar la tierra propia, como hace siglos, no será algo que quede recluido al ámbito de la tradición. Por suerte, son ya más de 20.000 huertos los que llenan de vida las ciudades españolas.